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La final será un choque de culturas, dice Parreira

La final del domingo en la Copa del Mundo entre las selecciones de fútbol de Brasil y Alemania será un choque de culturas, el talento contra el trabajo en equipo, anticipó Carlos Alberto Parreira, quien dirigió a los sudamericanos a la conquista de su cuarto título en 1994

YOKOHAMA, Japón.--- La final del domingo en la Copa del Mundo entre las selecciones de fútbol de Brasil y Alemania será un choque de culturas, el talento contra el trabajo en equipo, anticipó Carlos Alberto Parreira, quien dirigió a los sudamericanos a la conquista de su cuarto título en 1994.
Los tetracampeones del mundo y los alemanes, que son tricampeones, nunca se enfrentaron en los 72 años de historia del torneo y el choque de dos estilos completamente opuestos es lo que todos esperan.
"En la final, por un lado están las individualidades brasileñas, el potencial y el mejor ataque del torneo, contra el juego en equipo de los alemanes, su determinación y el sentido colectivo junto a la defensa más destacada", dijo el brasileño Parreira en una entrevista con Reuters.
Al arquero alemán Oliver Kahn le anotaron un solo gol (en la primera fase ante Irlanda) y en sus tres últimos triunfos, frente a Paraguay, Estados Unidos y el coanfitrión Corea del Sur, mantuvo su valla invicta.
Sin embargo, ahora la defensa alemana enfrentará a una delantera de mayor creatividad, en la cual destaca la habilidad de Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho, con los problemas que se suman con las subidas de Cafú y Roberto Carlos por los laterales.
"Generalmente, los equipos cuentan con uno o dos jugadores a los cuales los rivales tratan de neutralizar, pero ante la selección brasileña hay que detener a tres o cuatro figuras. Eso es algo con lo cual no cuenta otro equipo en este torneo", dijo Parreira, técnico de la selección brasileña que ganó en 1994.
ELIMINADOS
Ambos finalistas sufrieron en las eliminatorias para llegar al torneo y estaban detrás de Argentina y Francia entre los favoritos en la previa al torneo, pero tanto los albicelestes como los defensores del título fueron eliminados en la primera ronda.
Parreira dijo que la preparación del equipo fue muy diferente a la de 1994, cuando Brasil llegó con la estructura del equipo bien armada al torneo disputado en Estados Unidos.
Por primera vez en su historia, Brasil estuvo en peligro de no clasificar en la eliminatoria sudamericana, utilizó cuatro técnicos y 60 jugadores en 18 partidos.
"Este es un equipo que ha luchado, no con la calidad de sus jugadores sino con su alineación. Esta selección ha tenido cuatro entrenadores en cuatro años", explicó.
"Para nosotros (los brasileños) es muy importante estar juntos durante tres semanas por el ambiente y la atmósfera que se crea alrededor del equipo. Eso es muy importante. Cuando clasificamos sabíamos el potencial que podían desarrollar los jugadores", agregó.
Por primera vez en la historia, el equipo que resulte campeón no tendrá su lugar asegurado en la próxima cita mundialista ya que eso fue lo que dispuso la FIFA antes del torneo.
Por eso, más allá de su suerte en la final a disputarse el domingo en Yokohama, Brasil tendrá que superar una vez más la difícil eliminatoria sudamericana. Alemania tiene asegurado su lugar en el 2006 ya que será el país sede.
"Ahora eso podría representar un verdadero problema para los campeones. Aunque uno gane el título tiene que renovar el equipo y quizás no clasifique para la próxima", concluyó.

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