Brasil, primer clasificado a semifinal del Mundial
El entrenador de la selección brasileña de fútbol Luiz Felipe Scolari se mostró contento como pocas veces luego de que su equipo derrotara el viernes por 2-1 a Inglaterra para avanzar a las semifinales de la Copa del Mundo 2002 que se juega en Corea del Sur y Japón.
SHIZUOKA, Japón.--- El entrenador de la selección brasileña de fútbol Luiz Felipe Scolari se mostró contento como pocas veces luego de que su equipo derrotara el viernes por 2-1 a Inglaterra para avanzar a las semifinales de la Copa del Mundo 2002 que se juega en Corea del Sur y Japón."Tengo un sentimiento de felicidad y del trabajo bien hecho. Estar vivos y no morir era el único pensamiento que teníamos", dijo en declaraciones a la prensa en el estadio de Shizuoka.Scolari sostuvo que el atacante Ronaldinho no debió ser expulsado, aunque su salida del campo de juego a los 57 minutos no afectó al resultado final del partido."Practicamos con diez hombres a veces. La gente me preguntaba por qué hago eso y ahora pueden ver por qué", prosiguió el entrenador brasileño."Nunca había visto a un grupo de jugadores defender los colores nacionales con tal espíritu de lucha", añadió.Finalmente, el brasileño Ronaldinho era quien tenía las llaves para destrabar el cerrojo que mantenía la defensa inglesa en la Copa del Mundo, convirtiéndose en el artífice de la victoria sudamericana el viernes, que dio a su equipo el pase a semifinales.La actuación de Ronaldinho fue decisiva ya que realizó una jugada brillante sobre el final del primer tiempo para habilitar a Rivaldo en el empate brasileño y luego del descanso ejecutó con gran calidad un tiro libre que, a la larga, decretó el triunfo de los tetracampeones del mundo.En la jugada del empate, Ronaldinho arrastró las marcas avanzando con amagues por el centro, dejó en el camino a Ashley Cole y cuando el zaguero Rio Ferdinand le salió al paso, cedió a Rivaldo para que este anotara y enmudeciera a los aficionados ingleses que se habían ilusionado tras el gol de Michael Owen.Luego del descanso, Ronaldinho le entró perfectamente al balón desde la derecha del ataque de su equipo y dejó en ridículo al veterano portero David Seaman, que se había adelantado creyendo que el joven brasileño iba a enviar un centro.Con esa cuota de imaginación de Ronaldinho, Brasil golpeó a Inglaterra en los momentos justos, antes y después del descanso, lo que le alcanzó para sacarse de encima un escollo que lucía como muy complicado en su camino a un quinto título mundial sin precedentes en el fútbol.El único punto que lamentará Brasil con vistas al partido del miércoles en Saitama por las semifinales, ante el ganador de Senegal-Turquía, será que no podrá contar con la gran figura del triunfo ante los ingleses ya que Ronaldinho fue expulsado por una entrada con plancha sobre Danny Mills en el complemento.Hasta este partido, catalogado por algunos especialistas como una final adelantada, Inglaterra había cedido un solo gol en cuatro presentaciones, en el empate de su debut frente a Suecia, y su defensa, liderada por un seguro Rio Ferdinand, se había mostrado como un verdadero cerrojo.Ese sistema le sirvió al técnico sueco Sven-Goran Eriksson para derrotar ajustadamente a la favorita Argentina en la primera ronda y para avanzar hasta los cuartos de final, e inclusive parecía que volvería a tener efecto cuando el veloz Owen abrió el marcador al aprovechar una grosera falla del zaguero Lucio.Sin embargo, Brasil no se desesperó, apostó a su juego y, en lugar de enviar centros al área, como hizo Argentina, apostó a la creatividad de sus estelares delanteros para ingresar con pelota dominada por el centro, haciendo salir a los zagueros ingleses.En ese sentido, la derrota de Argentina le sirvió de gran experiencia a Luiz Felipe Scolari, que planteó muy bien el partido en lo táctico.El carismático Felipao no le dio tanta libertad a Roberto Carlos para que éste realizara sus conocidas proyecciones por la banda izquierda, con la intención de que Owen no aprovechara tanto los espacios a la espalda del hombre del Real Madrid.Entonces Brasil buscó más salida por la derecha con Cafú y adelante buscó por el medio, por lo bajo, ya que los centros favorecían a los ingleses, fieles a su tradición de ser buenos cabeceadores. En el medio trató de presionar a David Beckham, y lo logró.Así, con un planteo simple y apostando a la creatividad de sus figuras, Brasil se llevó un justo triunfo. Esta vez el mago que frotó la lámpara fue Ronaldinho, quien terminó de sepultar las ilusiones inglesas y abrió el camino de Brasil para soñar con con el pentacampeonato.



