Ex presidente interino de Venezuela justifica su exilio

CARACAS.--- Pedro Carmona, acusado de usurpar las funciones del presidente Hugo Chávez cuando fue brevemente derrocado en abril, justificó el viernes su exilio en Colombia como una forma de resguardar su seguridad personal ante un juicio que considera "manipulado políticamente".
En sus primeras declaraciones desde que llegó el miércoles a Colombia, que le concedió asilo diplomático, el empresario de 61 años insistió en que fue llamado a llenar un vacío de poder.
Carmona huyó el 23 de abril de su vivienda, donde cumplía arresto domiciliario en espera de un juicio por rebelión y usurpación de funciones, y se refugió en la residencia del embajador de Colombia aduciendo ser un "perseguido político" y que en el país no se le seguía un juicio justo.
"Se saltaron instancias fundamentales del proceso acusatorio, se sentaron peligrosos precedentes jurídicos que conculcan derechos constitucionales fundamentales y no había garantías de integridad física en el sistema carcelario, tras haberme sometido al escarnio público", dijo en una comunicación leída por la televisora venezolana Globovisión.
Eso primó en su decisión de acogerse al asilo diplomático, "lo cual no significa eludir la justicia ni mis responsabilidades, sino garantizar mis derechos para defenderme en libertad y recurrir a instancias internacionales", afirmó.
Tras expresar su agradecimiento al gobierno colombiano por la concesión de asilo y el buen trato dispensado, agregó: "Dejo a mi patria con el dolor de marchar al exilio como perseguido político".
Carmona asumió el 12 de abril como jefe de un gobierno interino, luego que un grupo de militares de alto rango derrocó a Chávez y el jefe de la Fuerza Armada, Lucas Rincón, anunció la supuesta renuncia del mandatario.
Pero Chávez, cuando retomó el poder 48 horas después de la mano de tropas aliadas y protestas de sus simpatizantes, aseguró que nunca renunció y dijo que se había entregado a los militares insurrectos para evitar un baño de sangre.
El golpe se produjo un día después que una manifestación contra Chávez fue baleada con un saldo de 17 muertos y decenas de heridos.
"El día 11 de abril, tras la masacre, los desacatos y el ´hecho comunicacional´ de la renuncia del Presidente de la República, fue llamado a llenar el vacío de poder y formar un gobierno provisional, reto que pese a los riesgos, asumí", dijo Carmona en la comunicación.
Afirmó que el objetivo de su gobierno de un día era una rápida legitimación de poderes a través de elecciones, con un espíruto "ajeno a visos excluyentes o totalitarios".
Sin embargo, los seguidores de Chávez acusan a Carmona de "dictador", "conspirador", y "golpista" porque instauró un gobierno de facto y en su primera acción de gobierno disolvió todos los poderes públicas mediante un decreto.
Esa medida le quitó el apoyo del sector militar, que posteriormente permitió el regreso de Chávez a la presidencia.