Cuba está con pueblo de EEUU en lucha contra terrorismo
El presidente cubano, Fidel Castro, rechazando las acusaciones estadounidenses de que su país patrocina el terrorismo internacional, dijo el sábado que "ni una sola gota" de sangre norteamericana ha sido derramada por acciones provenientes de Cuba.
SANCTI SPIRITUS.--- El presidente cubano, Fidel Castro, rechazando las acusaciones estadounidenses de que su país patrocina el terrorismo internacional, dijo el sábado que "ni una sola gota" de sangre norteamericana ha sido derramada por acciones provenientes de Cuba.Hablando en tono conciliatorio en una concentración de decenas de miles de cubanos en el centro de la isla caribeña, Castro dijo que el pueblo estadounidense ha sido engañado."En la lucha contra el flagelo del terrorismo, el pueblo de Estados Unidos puede contar con este pueblo amistoso, solidario y generoso", dijo el líder de 75 años, vestido con su tradicional uniforme verde olivo.Castro, quien está en el poder desde el triunfo de su Revolución en 1959, dijo que los cubanos simpatizaban con los estadounidenses que habían sufrido los efectos del terrorismo, y calificó los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington de un "crimen horrendo"."Nos duele la idea de que un solo norteamericano llegara a creer que desde Cuba pudiera originarse daño alguno a él, a su familia y a su pueblo", dijo Castro."Ni una sola gota de sangre se ha derramado en Estados Unidos, ni un átomo de riqueza allí se ha perdido en 43 años de Revolución (cubana), por acción terrorista alguna procedente de Cuba", agregó.Castro dijo que, por el contrario, miles de vidas cubanas se han perdido en cuatro décadas debido a actos de violencia llevados a cabo por exiliados cubanos desde territorio estadounidense.Según las autoridades, 300.000 personas asistieron a la manifestación convocada para rechazar públicamente la ratificación de Cuba en una lista anual norteamericana de siete estados que según Washington patrocinan el terrorismo.Estados Unidos mantiene a Cuba en la lista para justificar su embargo de cuatro décadas contra la isla de gobierno unipartidista a sólo unos 140 kilómetros de su costa.Castro también dijo que las recientes acusaciones del gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush, de que Cuba está desarrollando un programa de armas biológicas es una "diabólica invención".En declaraciones publicadas el viernes por el diario The Miami Herald, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, mayor general Gary Speer, dijo que no ha visto pruebas de que Cuba esté produciendo armas biológicas mediante su programa de investigaciones biomédicas.Bush, buscando frustrar los esfuerzos de grandes compañías para abrir el comercio con Cuba, prometió el lunes vetar cualquier medida dirigida a aliviar las sanciones comerciales contra la isla, hasta que La Habana permita elecciones libres y abra su economía al libre mercado.En la manifestación en Sancti Spíritus, víctimas de atentados criticaron a Estados Unidos por no llevar ante la justicia a exiliados cubanos acusados de actos terroristas contra Cuba.Entre los oradores se encontraba Giustino di Celmo, el padre de un italiano que murió al estallar una bomba en un hotel de La Habana en 1997, y Carlos Cremata, cuyo padre fue una de las 73 víctimas de la explosión de un avión cubano tras despegar de Barbados, en 1976.Cuba acusa del atentado contra la aeronave a los militantes anticastristas Orlando Bosch, quien vive en Miami, y Luis Posada Carriles, actualmente detenido en Panamá en relación con un presunto complot para asesinar a Castro.La multitud, en la que estaban numerosas personas que viajaron en autobuses y camiones del gobierno la noche anterior, coreaba "Fidel, Fidel" mientras agitaba banderas cubanas.Castro dijo que las relaciones entre Cuba y el pueblo estadounidense están mejorando, y citó como ejemplo el apoyo en el año 2000 de la población norteamericana al regreso de Elián González, el niño náufrago que estuvo en el centro de un disputa por su custodia entre La Habana y los exiliados de Miami.Elián, de nueve años, y su padre Juan Miguel González, se encontraban en la primera fila del público.



