Gobierno de Colombia, débil en reducir violación de DDHH- EEUU

WASHINGTON.--- Colombia, que recibe una millonaria ayuda militar de Estados Unidos, tuvo un pobre desempeño en el tema de derechos humanos en el 2001, pese a los esfuerzos por romper nexos entre sus Fuerzas Armadas y los grupos paramilitares, dijo el lunes el Departamento de Estado.
En su informe anual sobre los derechos humanos en ese país agobiado por una guerra interna de 38 años, el Departamento de Estado aseguró que las gestiones del gobierno de Bogotá para mejorar la situación siguen siendo pobres e inocuas.
"Miembros de las Fuerzas de Seguridad colaboraron con grupos paramilitares que cometieron abusos, en algunas ocasiones compartiendo información con los paramilitares, suministrando municiones y otras reservas o permitiéndoles el libre paso por puntos de control militar", denunció el informe.
"El respeto de los derechos humanos por parte del gobierno sigue siendo pobre. Hubo mejoría en la creación de nuevas normas e instituciones de protección, pero su implementación ha sido deficiente", agregó el informe de 101 páginas.
Un funcionario de la organización Human Rights Watch dijo que pensaba que el informe fue suave con Colombia con el fin de allanar el camino para la certificación estadounidense en materia de derechos humanos, necesaria para permitir la ayuda militar dirigida principalmente a combatir el narcotráfico.
El Departamento norteamericano de Estado continúa considerando el narcotráfico como el combustible que alimenta la guerra y financia tanto a los paramilitares como a las guerrillas izquierdistas, principalmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El conflicto interno que se registra en Colombia dejó 40.000 personas muertas en la última década, la mayoría civiles.
EEUU QUIERE DAR MAS AYUDA A COLOMBIA
Analistas temen una escalada de la guerra interna en Colombia luego de que el presidente Andrés Pastrana rompiera en febrero pasado una negociación de paz de más de tres años con las FARC.
El gobierno de Estados Unidos pidió recientemente al Congreso aprobar 439 millones de dólares en ayuda antidrogas para Colombia en el 2003, incluyendo fondos para entrenar un segundo batallón del ejército en la lucha contra el narcotráfico.
Washington también pidió 98 millones de dólares para equipar una unidad militar y entrenarla en la defensa de un oleoducto frecuentemente atacado por la guerrilla.
Estados Unidos apoya con 1.000 millones de dólares, en su mayoría en equipo y entrenamiento militar, el desarrollo del Plan Colombia, una estrategia antinarcóticos de 7.500 millones de dólares ideada por el presidente Andrés Pastrana.
Los paramilitares, que se financian con aportes de ganaderos, hacendados y comerciantes perseguidos por la guerrilla, han tenido un vertiginoso crecimiento y pasaron de unos 8.000 a más de 11.000 combatientes en el 2001.
El gobierno ha pedido a las fuerzas armadas desmantelar a los grupos paramilitares, pero la simpatía por su lucha antiguerrillera sigue estando extendida entre las filas del ejército, señaló el informe.
"Pese a los crecientes esfuerzos del gobierno por combatir y capturar a miembros de grupos paramilitares, también las fuerzas de seguridad con frecuencia no emprenden acciones para evitar ataques paramilitares", dijo el informe.
El año pasado, 1.028 civiles fueron asesinados en masacres y crímenes selectivos de los paramilitares, según un reciente informe del gobierno de Colombia.
El gobierno de Washington, que elabora anualmente este documento sobre la situación de los derechos humanos en diferentes países, criticó los altos niveles de impunidad en Colombia y los abusos que siguen cometiendo las fuerzas de seguridad, incluyendo asesinatos extrajudiciales.
El documento, con numerosas reseñas de casos particulares en los que se violan los derechos humanos, señaló que el 63 por ciento de los 3.041 secuestros que se registraron en el 2001 fueron cometidos por la guerrilla, el 9 por ciento por paramilitares y el resto por delincuentes comunes.
El Departamento de Estado estableció que el secuestro sigue siendo una importante fuente de financiamiento de las guerrillas, que además reclutan menores de edad, trafican con armas y narcóticos y a diario destrozan múltiples poblaciones con misiles caseros, cilindros de gas repletos de explosivos.