Diputados argentinos dan media sanción a presupuesto

BUENOS AIRES.--- La Cámara de Diputados de Argentina dio el viernes media sanción al proyecto de un austero presupuesto nacional del 2002 que prevé una reducción del gasto público del 14,6 por ciento, incluye un recorte del gasto burocrático del 20 por ciento y proyecta un déficit fiscal de 3.000 millones de pesos (1.400 millones de dólares).
Se trata de un paso elemental para que el gobierno del peronista Eduardo Duhalde comience a buscar un indispensable apoyo financiero por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), para salvar la crisis general de la tercera economía latinoamericana, sin crecimiento desde 1998.
El oficialismo logró imponer en la votación el apoyo parcial del radicalismo, luego de un largo debate ininterrumpido de 18 horas, que incluyó originalmente una aprobación en general con 153 diputados a favor, 60 en contra, siete abstenciones y 37 ausentes.
Por momentos la sesión se tornó acalorada, aunque mayoritariamente fue tediosa, mucho más por la madrugada cuando las cadenas televisivas de noticias transmitían en directo.
Una larga lista de oradores y rostros que denotaban cansancio, hicieron centrar parte de las discusiones puntuales sobre cómo financiar los costos de la obra social de los pensionados y uno adicional en los salarios de docentes.
Para tratar de agilizar la votación, se analizaron en bloque los más de 100 artículos que conformaron la iniciativa de ley del presupuesto, salvo algunos casos en particular.
Una vez que la Cámara Baja logró la media sanción del proyecto, y luego que también cuente con el voto positivo por parte del Senado, el ministerio de Economía habrá cumplido con los requisitos necesarios para negociar con el FMI.
El gobierno desea que el aval financiero del organismo multilateral sea de hasta 25.000 millones de dólares que utilizaría para apuntalar el actual plan económico, que incluyó la devaluación del peso a comienzos de enero.
"Va a ser difícil salir de este lío complejo sin la solidaridad internacional. El presupuesto es una manera de conseguirlo", dijo el diputado oficialista Jorge Matzkin.
CARACTERISTICAS DEL PRESUPUESTO
Mientras que en el 2001 se pagaron 11.000 millones de dólares por concepto de servicios de la deuda, para este año se presupuestaron 5.800 millones de pesos (2.600 millones de dólares).
El proyecto de presupuesto para el 2002 prevé un déficit fiscal de 3.000 millones de pesos, frente a 9.000 millones en el 2001 cuando la paridad con el dólar estaba uno a uno.
Parte del ahorro esperado para este año vendría del incumplimiento de pagos sobre la deuda pública en que se declaró el país a fines de diciembre.
El presupuesto contabiliza un gasto de 42.000 millones de pesos (19.100 millones de dólares) y recursos por 39.000 millones de pesos (17.750 millones de dólares), junto a una emisión anual de 3.500 millones de pesos (1.600 millones de dólares) y una inflación proyectada del 15 por ciento.
Además, contempla una contracción del Producto Bruto Interno (PIB) del 4,9 por ciento y mantiene un recorte del 13 por ciento en los salarios y parte de los pensionados bajo la responsabilidad del Estado central.
"El tope de 15 por ciento de inflación es utópico", criticó en el recinto el diputado opositor Carlos Raimundi, cuando en el primer bimestre ya se acumula una inflación en torno al 10 por ciento.
Las protestas callejeras, en torno al Congreso, se repitieron durante el tratamiento del presupuesto, lo que obligó a un estricto control policial en los alrededores durante toda la noche y hasta el amanecer.
LA MIRA EN EL FMI
El FMI dijo el jueves que está listo para comenzar una negociación con el gobierno argentino, previo a la aprobación parcial de un austero presupuesto.
El presidente Duhalde necesita con urgencia fondos para reestructurar la economía -hundida en la peor crisis de su historia- y calmar a un país al borde de un estallido social, donde casi la mitad de sus 36 millones de habitantes está sumida en la pobreza.
El portavoz del FMI, Tom Dawson, dijo en Washington que el organismo celebraba el acuerdo fiscal que el gobierno argentino cerró en la noche del miércoles con las provincias del país y explicó que espera una invitación de Buenos Aires para enviar una misión la próxima semana.
Dicho pacto fiscal también recibió el respaldo del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O´Neill, quien dijo que se siente alentado porque el gobierno está caminando en la dirección correcta para resolver sus problemas.
La sanción definitiva del presupuesto por parte del Congreso estaba atada a este pacto fiscal, dado que ese acuerdo altera algunas de las proyecciones de ingresos de la administración nacional.
Con el acuerdo logrado junto a las provincias, Duhalde se anotó a su favor el apoyo de los gobernadores, que en su mayoría son peronistas y representan uno de los grandes factores de poder en el país.
Entusiasmado, el presidente dio el aval para que este mismo viernes, mientras dé su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, se organice en las afueras del edificio una manifestación de apoyo a su gestión.
Los viernes en la noche se han convertido precisamente en el momento de la semana en que los argentinos salen a las calles a protestar contra el presidente y su política económica, al margen de manifestaciones diarias por fuertes restricciones bancarias para el retiro de fondos en efectivo.
(Con la colaboración adicional de Mario Naranjo y Cesar Illiano).