Alarma mundial a medida que aumentan señales de El Niño
Las naciones de todo el mundo se están preparando para enfrentar desastres otra vez en el 2002, apenas cinco años después que un devastador patrón climático El Niño azotó el globo causando la muerte de más de 20.000 personas y daños por unos 34.000 millones de dólares.
LONDRES.--- Las naciones de todo el mundo se están preparando para enfrentar desastres otra vez en el 2002, apenas cinco años después que un devastador patrón climático El Niño azotó el globo causando la muerte de más de 20.000 personas y daños por unos 34.000 millones de dólares.Los principales centros meteorológicos han dicho en las últimas semanas que están aumentando las posibilidades de una recurrencia de El Niño, cuando el calentamiento poco usual de las aguas del Océano Pacífico en las costas de Sudamérica provoca sequías, tormentas de nieve, inundaciones e incendios.Los meteorólogos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) recibieron el nuevo año diciendo que El Niño podría regresar en la primavera boreal, aunque su intensidad era incierta.La Organización de Investigación Científica e Industrial de la Mancomunidad, en Australia, dijo que podría aproximarse otro ataque del fenómeno climático, que los pescadores peruanos bautizaron como "El Niño" porque aparece alrededor de Navidad.Según la Oficina Australiana de Meteorología, el riesgo de una recurrencia de El Niño es de 50 por ciento, o el doble de la normal.Meteorólogos de China, Tailandia, Perú y Sudáfrica dicen que El Niño podría estarse formando, pero, aunque las temperaturas del centro del Pacífico están en aumento, todavía es temprano para predecirlo, y los expertos dicen que sólo se sabrá con certeza en las próximas semanas.El académico Jim Fox, quien pronosticó acertadamente en 1998 que El Niño crearía la necesidad de importaciones de arroz sin precedente para Indonesia, dijo que 10 de 11 indicadores que había observado señalan que una transición a El Niño está en proceso.Sin embargo, Fox, director de la Escuela de Investigación de Estudios de Asia y el Pacífico de la Universidad Nacional Australiana, dijo previamente esta semana: "Ahora mismo, los efectos ciertamente no son efectos de El Niño (...). Dentro de un mes a seis semanas, será oficial si estamos en El Niño o no".El Niño ocurre de cada dos a siete años y dura entre 12 y 36 meses cada vez.El Niño de 1997/98, el peor que se haya registrado, mató a 24.000 personas, desplazó a seis millones y afectó a unos 111 millones, según la NOAA.Durante los años de El Niño, las aguas cálidas del Pacífico invierten su curso y se dirigen hacia el este, a Sudamérica. Los vientos alisios ecuatoriales son mitigados, o incluso cambian de dirección y provocan corrientes de aire de gran altitud, llevando los trastornos climáticos mucho más allá del Pacífico.En 1997, la sequía amenazó a millones de personas en Africa y azotó a Brasil, donde algunas de las playas más famosas del Mundo en Río de Janeiro fueron arrasadas debido a El Niño.Este año, funcionarios de las Naciones Unidas temen que El Niño pudiera poner a unas 700.000 personas en Centroamérica en peligro de hambruna, agudizando los problemas de pobreza que enfrenta la región.Sin embargo, para la costa del Pacífico de Sudamérica y Estados Unidos, parte de Europa occidental y algunos países del este de Africa, El Niño no causa sequía sino usualmente fuertes lluvias e inundaciones.En 1997, una intensa nevada bloqueó pasos en los Andes y crecieron flores en el desierto chileno.El año siguiente, la costa este de Norteamérica, desde Quebec hasta Maine, fue azotada por heladas, mientras el Tíbet tuvo sus nevadas más fuertes en 50 años, y Africa Oriental sus peores inundaciones. Decenas de personas quedaron sin hogar a causa de inundaciones en Perú y Ecuador.La pesca, que es una de las actividades económicas más importantes de Perú, se redujo casi a la mitad debido al calentamiento de las aguas, y el aumento de las temperaturas convirtió el paraíso subacuático de coral en el archipiélago de las Maldivas, cerca de la India, en una blancuzca extensión de ruinas.



