Actualidad

Los mexicanos se preguntan: ¿quién manda en el país?

A unos días de que el Congreso mexicano hiciera añicos una iniciativa de reforma fiscal del presidente Vicente Fox e impusiera sus propias medidas, muchos mexicanos se preguntan: ¿Quién manda realmente en el país?

MEXICO DF.---- A unos días de que el Congreso mexicano hiciera añicos una iniciativa de reforma fiscal del presidente Vicente Fox e impusiera sus propias medidas, muchos mexicanos se preguntan: ¿Quién manda realmente en el país?
Durante siete décadas, México tuvo al Poder Ejecutivo más sólido de América Latina, pero en años recientes ha registrado importantes cambios políticos que culminaron en el 2000 con el derrocamiento del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI), a manos de Fox.
La caída del PRI marcó el fin de un estilo de gobierno autoritario y de un presidente todopoderoso. El crecimiento de un Congreso independiente y plural ha sido el mayor factor de erosión de la autoridad presidencial.
El Congreso ha propinado a Fox, quien asumió hace 13 meses con firmes planes para reformar desde la educación hasta la administración de justicia, penosas y frecuentes humillaciones.
Una razón para la incomodidad de Fox, un ex gobernador que no transitó por altos puestos federales como otros políticos, es que carece de experiencia para negociar con legisladores en circunstancias radicalmente nuevas.
"Tenemos una situación alterada. Todos son inexpertos tanto en el campo legislativo como en el ejecutivo", dijo Roderic Camp, un profesor de política para la Universidad Claremont McKenna de California especializado en asuntos de México.
FOX CARECE DE MAYORíA EN EL CONGRESO
El principal obstáculo para Fox es que no tiene autoridad sobre una mayoría en el Congreso y parece que no ha desarrollado las habilidades necesarias para negociar con diferentes grupos de legisladores.
"Tiene un aspecto sano, que es la autonomía real del Congreso. Pero quizás estamos al otro extremo. El Congreso es demasiado fuerte y el presidente puede quedarse paralizado", dijo José Antonio Crespo, un analista político mexicano.
La cachetada más reciente a Fox vino cuando el Congreso aprobó esta semana un paquete tributario, con gravámenes a servicios telefónicos, refrescos, cigarros y bienes de lujo, radicalmente distinto a su propuesta.
El proyecto original de Fox proponía extender el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 15 por ciento, a alimentos y medicinas, hoy exentos, pero fue rotundamente desechado.
"Fox es un presidente con poderes limitados pero lo humillaron, lo dejaron sin poder hacer nada", dijo Lorenzo Meyer, historiador del prestigioso Colegio de México.
El año pasado, el Congreso, incluyendo a los miembros del conservador Partido Acción Nacional (PAN), de Fox, modificó antes de aprobar una ley de derechos y cultura indígenas presentada por el presidente.
El líder de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos, había insistido en que el proyecto original debía aprobarse íntegro como una condición para retomar el diálogo y terminar un levantamiento indígena en el sureño estado de Chiapas.
El diálogo entre gobierno y guerrilla permanece ahora congelado.
FIN DE LA ERA MATASELLOS
Durante los 71 años de gobierno del PRI, el Congreso fue dominado completamente por el partido en el poder y prácticamente fungía como un matasellos para las propuestas legislativas del presidente.
Todo empezó a cambiar en 1997, cuando el PRI perdió su mayoría en la Cámara de Diputados y el presidente Ernesto Zedillo vio que ya no podía conseguir que sus propuestas fueran aprobadas por la vía rápida.
Zedillo, quien gobernó de 1994 a 2000, fue forzado a establecer acuerdos con el entonces opositor PAN, a fin de conseguir la aprobación de presupuestos en los últimos años de su mandato sexenal que aseguraron apoyos para un rescate bancario.
Desde las elecciones del 2000, que llevaron a Fox a la presidencia, ningún partido domina en las dos cámaras del Congreso. Tanto PRI como PAN, junto con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) buscan cotos de poder y alianzas entre ellos.
Fox ha sido acusado en los medios por la ineptitud de sus tratos con el Congreso, pero la crítica podría dirigirse hacia los legisladores también, a menos que establezcan una relación más constructiva con el presidente.
"En los medios, toda la culpa se atribuye a Fox pero también es culpa de la legislatura. Se trata de cambiar la cultura de cómo opera el sistema, y ni el ejecutivo ni el legislativo han podido aprender", concluyó Camp.

El siguiente artículo se está cargando

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad