Corte cierra juicio a Pinochet por demencia y se desata polémica
La Corte de Apelaciones de Santiago cerró el lunes el juicio contra el ex dictador Augusto Pinochet por crímenes durante su régimen, tras declarar su sobreseimiento por locura, la única razón que admite la justicia chilena para finalizar un proceso.
SANTIAGO.---- La Corte de Apelaciones de Santiago cerró el lunes el juicio contra el ex dictador Augusto Pinochet por crímenes durante su régimen, tras declarar su sobreseimiento por locura, la única razón que admite la justicia chilena para finalizar un proceso."Se precisa que respecto de dicho inculpado (Pinochet) queda suspendido el procedimiento y la realización de los trámites que se hallaren pendientes", dijo el fallo.Dos de los tres magistrados que integraron la segunda sala del tribunal aceptaron los argumentos de la defensa de Pinochet, de 85 años, que se amparó en la causal de "locura" o "demencia".El ex dictador, que hace pocos días padeció de una afección bucal que lo mantuvo hospitalizado, estaba procesado como encubridor de 75 homicidios y secuestros perpetrados bajo su régimen, de 1973 a 1990.El fallo que liberó a Pinochet no es apelable ante la Corte Suprema, dijeron los acusadores, por lo que el juicio queda de facto suspendido indefinidamente."En el fondo (...) es un sobreseimiento definitivo con lo cual además se impide (...) que haya recursos de casación y se pueda llegar hasta la Corte Suprema", dijo el abogado, Juan Bustos. EL GRAN ESCAPEMientras los acusadores recibieron la sentencia con decepción, la familia y los allegados de Pinochet celebraron la resolución que permitió al ex dictador escapar por segunda vez de una eventual condena.En marzo del 2000 Pinochet retornó a Chile tras 16 meses de arresto en Londres, luego de que el gobierno británico decidió, por razones de salud, no cursar su extradición a España, donde el juez Baltasar Garzón pretendía juzgarlo por genocidio."Se va a dar término a esta verdadera persecución política de que ha sido objeto de manera tan sostenida y denigrante", dijo Gustavo Collao, uno de los defensores de Pinochet.Los abogados del ex dictador insistieron, desde su retorno al país, en que su débil estado físico y mental no le pemitiría resistir un largo juicio y, mucho menos, una condena.El viernes en la noche Pinochet abandonó el Hospital Militar, donde había permanecido internado, y en la madrugada del sábado se desencadenó una ola de rumores referentes a que estaría al borde de la muerte.Familiares del ex dictador desestimaron esas versiones, pero insistieron en que su salud sufre un deterioro irreversible.Los querellantes, en cambio, denunciaron que las especulaciones sobre que Pinochet se encuentre en peligro de muerte fueron un mero montaje para justificar su sobreseimiento."Todo el mundo sabe que el show que se montó el fin de semana respecto de la supuesta gravedad de Pinochet tenía por objeto de alguna manera justificar el fallo de hoy día", dijo la abogada acusadora Carmen Hertz. ¿PRINCIPIO DEL FIN?Enajenado o cuerdo, Pinochet está ahora lejos de una posible condena que iba mucho más allá de los casos puntuales que dieron pie al juicio en su contra.Informes oficiales revelaron que más de 3.000 personas murieron o desaparecieron en Chile durante la dictadura.Los familiares de las víctimas, que han luchado incansablemente porque Pinochet sea sentenciado, dentro o fuera de Chile, no están dispuesto a rendirse, aunque el juicio esté virtualmente archivado."Nosotros esperamos que Pinochet viva muchos años más y no vamos a parar de enrostrarle y decirle al mundo lo que él hizo, hasta que sepamos dónde están nuestros familiares", dijo a Reuters Viviana Díaz, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.Pero para el gobierno del socialista Ricardo Lagos, que ha convivido incómodamente por un año y medio con un proceso que enrareció permanentemente sus relaciones con los militares, la suerte de Pinochet ya es "cosa juzgada"."Creo que los tribunales en esta instancia han dicho su palabra", comentó Lagos. "Mi obligación como presidente es garantizar que los tribunales actúen autónomamente. Es lo que ellos han hecho".



