Romario y Edmundo trenzados en batalla de egos

RIO DE JANEIRO, - Los delanteros brasileños Romario y Edmundo se han trenzado de nuevo en una batalla de egos en el Vasco da Gama.
Ambos siguen siendo dos de los jugadores más talentosos del mundo. Pero quienes sufren los dolores de cabeza no son los rivales sino el técnico y los aficionados del Vasco.
La batalla alcanzó un punto culminante el sábado, cuando Vasco enfrentó a Bangú por el campeonato carioca y el árbitro concedió un tiro penal.
Edmundo, el encargado de ejecutar los penales, corrió por el balón. Pero Romario, el capitán del equipo, se adelantó, pateó el penal y falló.
Poco después Edmundo anotó el primer gol en la victoria del Vasco por 3-0. Cuando se le pidió un comentario al final del primer período, se refirió a su compañero de ataque como "el príncipe".
"Yo soy el que ha estado entrenando pero el jefe quiere que 'el príncipe' tire los penales", declaró.
Edmundo fue la estrella indiscutida del Vasco durante la mayor parte del año pasado. El ejecutaba los penales, anotó la mayoría de los goles y fue el capitán del equipo.
Después Romario, el héroe de Brasil en la Copa del Mundo de 1994, fue contratado del Flamengo en diciembre como refuerzo para el campeonato mundial de clubes.
Aunque la amistad entre ambos había terminado y no se dirigían la palabra, Romario dio señales de no querer entrar en conflicto con Edmundo. "No he venido a robarle el espacio a nadie, en particular el de Edmundo", dijo.
Aunque no rompieron el silencio, se toleraron el uno al otro durante el campeonato mundial de clubes. Pero al volver a la rutina del fútbol local, la paz terminó.
Minutos antes de un partido con el Palmeiras, el técnico Antonio Lopes le quitó la capitanía a Edmundo y se la entregó a Romario. Edmundo abandonó furioso los vestidores, se negó a jugar y fue suspendido.
Romario, aprovechando su nuevo papel, anotó 12 goles en siete partidos en ausencia de Edmundo y disparó: "Cualquiera que quiera pasarme por encima termina peor".
La suspensión de Edmundo ya llegó a su fin, ambos están de nuevo en el campo de juego y parecen obsesionados con superar al otro.
La prensa local informa sobre el comportamiento de la infeliz pareja en cada sesión de entrenamiento, destacando si salen juntos al campo, con qué frecuencia se pasan el balón e incluso la manera en que intercambian miradas.
Aún los aficionados del Vasco están divididos, unos apoyan a Romario y otros a Edmundo.
Cuando Romario falló el penal el sábado, los simpatizantes de su compañero respondieron con cánticos de "Edmundo, Edmundo".
Ni el técnico Abel Braga, quien asumió el puesto después que Lopes fue despedido, ni el vicepresidente Eurico Miranda parecen tener claro el panorama para resolver la situación y sus declaraciones son contradictorias.
Braga, quien se hizo cargo del equipo hace dos semanas, dijo: "Analizo a todo el equipo, no sólo a Romario y Edmundo. Antes de que yo llegara se decidió quién tira los penales".
Miranda, por su parte, afirmó que "el técnico decide quién cobra los penales".