UN CALDO DE TESTÍCULOS Y GLANDE, VIAGRA "PARA MACHOS"
Una comida elaborada a base del aparato reproductor de toro está en vías de sustituir a los productos afrodisíacos, nacionales y extranjeros, naturales y sintéticos, más reputados y tradicionales en Bolivia, incluido el indiscutible Viagra.
Una comida elaborada a base del aparato reproductor de toro está en vías de sustituir a los productos afrodisíacos, nacionales y extranjeros, naturales y sintéticos, más reputados y tradicionales en Bolivia, incluido el indiscutible Viagra.Es presentado como el "Caldo para Machos" o "Viagra criollo" y congrega diariamente al menos a unos 120 parroquianos, "hombres de todas las edades, jóvenes y viejos" que buscan "recuperar fuerzas", matiza Aydeé Urquizo, propietaria del restaurante "La Casa de Oro", enclavado en un populosa barriada de La Paz.También conocido como "caldo de cardán" -en suspicaz alusión a la barra metálica que proporciona la fuerza motriz a los vehículos de tracción trasera- o "pichicaldito", este consomé simboliza una larga tradición entre los recursos afrodisíacos de los bolivianos del occidente andino.Como en pocas regiones de Sudamérica, en Bolivia las entrañas del ganado vacuno y lanar forman parte de los hábitos alimenticios.Rodajas de testículo, pedazos de falo taurino, un poco de sal, otro de hierba buena y algo de apio, además de "secretos" aliños y, "eso sí, nada de especies" constituyen la base de la receta que "ha demostrado que a mis años sigo siendo bien hombre", ostenta "don Laureano", un setentón que una vez a la semana, cada viernes, se aplica religiosamente "una dosis de energía y vigor".En una década, "La Casa de Oro" ha surtido la demanda de más de medio millón de parroquianos, que antes de cualquier afrodisíaco sintético, prefieren el "caldo para machos", dicen sus dueños.Según la autora de la receta, "el caldito" rinde efectos inmediatos y también lo buscan "quienes después de una agitada noche de amor quieren recuperar energías".Este hervido de glande, acompañado de una generosa provisión de salsa picante, arroja un primer efecto somnífero que precederá a un explosivo deseo sexual, precisa el esposo de Urquizo."Son varios los clientes que agradecidos han vuelto al restaurante con el producto del caldo para machos en su brazos, envuelto en pañales", se regodea la mujer, mientras mece los brazos.También las "damas de compañía y las chicas de la noche" van en procura del famoso consomé que, según un farmacéutico local, "tiene a mal traer" a la misma Viagra y al Pasuma (rido), fármaco local elaborado con el mismo principio activo de la primera, además de otros afrodisíacos como el cubano PPP.El "caldo de cardán" ha superado todo tipo de pruebas en las ciudades de La Paz, Oruro, Potosí (sur) y Cochabamba (centro), dicen sus fanáticos.Aunque pocas, las mujeres también lo consumen "esperanzadas de solucionar sus problemas de frigidez", subraya Urquizo, que se dice dispuesta a demostrar las bondades del "Viagra criolla", en cualquier tiempo y lugar."He sido invitada a México y a los hermanos mexicanos les digo que se preparen que en marzo van a tener solucionados sus problemas...", anuncia tras desafiar que "apuesto lo quiera que este caldito maravilloso no falla".En los últimos diez años, "La Casa de Oro" ha comprado 51.840 miembros de toro, materia prima "importada" de un matadero de la ciudad de Cochabamba (centro), añade la cocinera.Un plato de este apetecido consomé tiene un costo de 7 bolivianos (1,2 dólares) y ha generado una recaudación que orilla los 622.000 dólares en una década de venta ininterrupida, sólo en "La Casa de Oro".



