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EL COLOMBIANO MONTOYA ENTRA EN LA HISTORIA SIN PODER SABOREAR EL TRIUNFO

Juan Pablo Montoya no pudo saborear su triunfo en el campeonato de Fórmula Cart como hubiese querido, pero entró en la historia como el primer piloto colombiano que gana un gran circuito internacional de automovilismo.

Juan Pablo Montoya no pudo saborear su triunfo en el campeonato de Fórmula Cart como hubiese querido, pero entró en la historia como el primer piloto colombiano que gana un gran circuito internacional de automovilismo.

El domingo, en la pista del California Speedway de Fontana, lo primero que buscó al bajarse de su Reynard-Honda número 40, fue el festejo que depara la victoria. Pero se encontró con el rostro desolado de los miembros de la escudería Target-Chip Ganassi.

Montoya interpretó de inmediato que algo grave había ocurrido, pues sobraban motivos para celebrar: el Campeonato de pilotos, el Campeonato de constructores y el título de Novato del Año.

"Murió Greg Moore", le dijo Chip Ganassi, el propietario de su equipo. Montoya se desmoronó al escuchar que el piloto canadiense sucumbió a un derrame cerebral y otras lesiones internas después de sufrir un trágico accidente duranta la décima vuelta de la competencia.

"No es posible. Greg no merecía morir así", fue lo primero que dijo.

"El día que uno espera que sea el más feliz en la vida de uno, termina siendo uno de los más tristes. Ninguna alegría de triunfo, ningún sentimiento de victoria puede igualarse a lo que todos los pilotos sentimos en este momento por la muerte de Greg", dijo el apesadumbrado colombiano.

El abrazo de su madre, Livia, que debía ser un vals de júbilo, terminó siendo una entrega desesperada.

"En este momento no podemos festejar. En medio de tanto dolor, la victoria, los triunfos personales, pasan a segundo término. Greg Moore era un gran amigo, era un amigo de todos y será difícil asimilar que ya no estará", agregó Montoya, de 24 años.

"Creo que hicimos un gran trabajo durante el año, fue dramática la carrera de hoy, enlutada por lo ocurrido a Greg. Estamos orgullosos de ser campeones, pero lo cierto es que nuestros sentimientos, están en otro lado", dijo este nativo de Bogotá aludiendo por primera vez a la conquista.

Esperando a Montoya se encontraba todo un séquito que se desplazó desde Colombia, entre ellos también su padre, Pablo, sus hermanos Catalina, Liliana y Federico, así como su novia y compañera, Natalia, una joven castaña de singular belleza.

Pero se quedaron sin celebrar el triunfo de Montoya quien, luego de perder el liderato de la clasificación general en la penúltima prueba de la temporada, hace dos semanas en Surfers Paradise (Australia), realizó una inteligente carrera para convertirse en el primer novato que gana el título CART desde que Nigel Mansell lo hizo en 1993.

Montoya terminó empatado en igual cantidad de puntos (212) con el escocés Dario Franchitti, al término de las 20 carreras de la temporada, pero el novato colombiano se llevó los honores al ganar siete de las veinte pruebas del campeonato, por sólo tres victorias el europeo.

El piloto colombiano recibirá este lunes en Los Angeles el trofeo de campeón de la temporada 1999 y de Novato del Año en la tradicional gala de premiación que cierra las temporadas de la Serie Cart. Este año, sin embargo, no será una fiesta, sino un homenaje póstumo a Greg Moore.

Más que pensar en lo conquistado, los pilotos y otros miembros de las escuderías tendrán la mente puesta en un ataúd cubierto con la bandera de Canadá que espera cobijo eterno en las entrañas de Maple Ridge, en la provincia canadiense de la columbia británica, la tierra de Moore.

"Será difícil salir a correr sin pensar que él ya no estará ahí", comentó Juan Montoya pensando ya en la próxima temporada

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