VEINTE AÑOS DE PAPADO EN TRECE ENCICLICAS
Trece encíclicas, la primera del 4 de marzo de 1979 y la última difundida el 15 de octubre, en coincidencia con sus 20 años de papado, resumen el pensamiento de Juan Pablo II, "el gran comunicador", en permanente diálogo con sus contemporáneos....
Trece encíclicas, la primera del 4 de marzo de 1979 y la última difundida el 15 de octubre, en coincidencia con sus 20 años de papado, resumen el pensamiento de Juan Pablo II, "el gran comunicador", en permanente diálogo con sus contemporáneos.
Las "cartas encíclicas", es decir, circulares, son libritos destinados a todo el mundo y el Vaticano descubrió hace unos días que los datos esenciales del pensamiento de Juan Pablo II, expuesto en 14 mil discursos (reunidos en 45 volúmenes, en un total de 75 mil páginas) están en ellas.
Cuatro teológicas, cuatro políticas, dos ecuménicas, una misionera y dos filosóficas sobre la búsqueda de la verdad integran hasta ahora la producción papal.
Las teológicas se refieren a las bases esenciales de la fe: tres a la Trinidad y una al culto a la Virgen María.
Las sociales y políticas demuestran el compromiso del Papa con los derechos humanos y el derecho a la vida y derivan directamente del Evangelio.
La primer encíclica de Juan Pablo II, escrita a poco de ocupar el sillón de Pedro y titulada "Redentor del Hombre", se refiere a Cristo (el Hijo) y fue terminada al término del primer viaje papal fuera de Italia, a México y Santo Domingo.
Ese texto fijó el programa de todo el papado y explicó la consigna con que el Pontífice abrió en la Plaza San Pedro, el 18 de octubre de 1978, su prédica: "No tengan miedo. Abran, o mejor, destraben las puertas para Cristo".
Cristo es, explicó, el "libertador de la persona humana", redentor de toda esclavitud, política, social y también la del pecado, tan antigua como el ser humano.
"Nuestro siglo fue hasta ahora un siglo de grandes calamidades para el hombre, de grandes desvastaciones materiales y morales, tal vez sobre todo morales", afirmó el documento y anunció la batalla papal a favor de los derechos humanos, en todos los frentes.
Un año después Juan Pablo II presentó "Rico en misericordia", texto dedicado a Dios Padre, que enfoca el tema del perdón.
La tercera encíclica, "Dominum e Vigificantem", explica al Espíritu Santo y fue difundida algo más de cinco años después de la < del Padre, a comienzos de 1986.
El Espíritu Santo fue presentado por el Pontífice con las palabras del "Credo", que lo definen "Señor y Vivificador", de allí el título de la encíclica.
La novedad, característica de la personalidad de Juan Pablo II, está en el texto de 1987, dedicado a María como "Madre del Redentor.
El actual Papa siempre basó su prédica, desde que era obispo en Polonia, en el culto a la Virgen.
La función materna de la Iglesia, es decir, espiritual y carismática, precede a la institucional y jurídica vinculada al poder masculino.
Es una visión afectiva de la comunidad de la Iglesia y el inicio de un discurso sobre la presencia femenina en ella, que sin embargo se detendr en una carta apostólica sobre la "Dignidad de la Mujer" en la Iglesia y en el mundo, sin modificar la jerarquía católica, que está en manos masculinas.
Dos textos hablan sobre la necesidad del camino hacia la unidad de los cristianos: uno en 1981 se basa en el diálogo oriente-occidente y destaca a los hermanos Cirilo y Metodio, patrones de los Eslavos, en la unidad cristiana.
El otro documento se refiere al compromiso ecuménico de la Iglesia de Roma, es de 1995 y propone un nuevo tipo de camino.
En la encíclica "Ut unum sint" (Sean Unidos) el Papa propone una forma diferente de ejercer el "primado de Pedro".
Pero el pensamiento más destacado del Pontífice es el social. En 1981 difunde "Sobre el Trabajo Humano" que relata su experiencia de obrero y afirma que un nuevo orden político no nacerá de ideologías marxistas o capitalistas, sino de la dignidad del hombre y de los derechos de los trabajadores.
En 1987 da a conocer "Sollecitudo rei socialis", con la solidaridad entre los pueblos y las clases como base de la política, según el ejemplo polaco de "Solidarnosc", que con el impulso recibido del Papa cambió a Europa.
En 1989 cayó el muro de Berlín y en 1991 Juan Pablo II fijó los principios de la justicia social en el mundo y los resumió en el texto "Centesimus annus", a 100 años del primer documento social de la Iglesia, la encíclica "Rerum Novarum" de León XIII.
Cuatro años después, en 1995, el Papa publica "El Evangelio de la Vida", un texto político que afirma el valor y la inviolabilidad de la vida humana, y se expresa contra el aborto y la eutanasia en las leyes civiles.
Las dos encíclicas filosóficas llegan luego, "Esplendor de la Verdad" es la primera de ellas y afirma la n45678901234567890< ecesidad de que el hombre moderno vuelva a descubrir las verdades morales fundamentales.
Ahora, en octubre de 1998, la última encíclica se refiere a la armonía entre fe y razón, "las dos alas del pensamiento humano".
Juan Pablo II, en sus textos y su acción, se opone al "pensamiento débil" y batalla por un "pensamiento fuerte" unido a la fe



