LA COCAINA AYUDA A ENTENDER COMO FUNCIONA EL HAMBRE
El mismo mecanismo que lleva a perder peso a los consumidores de cocaína parece controlar, al menos parcialmente, la sensación de llenura después de una comida. <BR>Así lo sugiere un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universida...
El mismo mecanismo que lleva a perder peso a los consumidores de cocaína parece controlar, al menos parcialmente, la sensación de llenura después de una comida.
Así lo sugiere un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Emory, en el estado norteamericano de Georgia, que según sus autores podría derivar en el descubrimiento de nuevos compuestos para tratar la obesidad.
Aparentemente, la cocaína estimula la producción en el cerebro de péptidos que suprimen el apetito, en la misma forma en que la sensación de estar lleno impide que se siga comiendo.
Los péptidos han sido denominados Transcriptores Regulados por Cocaína y Anfetaminas (CART, por sus siglas en inglés) y los investigadores de Emory derivaron su secuencia de un ARN mensajero, que es producido en los cerebros de las ratas expuestas a esas sustancias.
"Lo que es interesante aquí es que encontramos un péptido totalmente nuevo", dijo el doctor Phil Lambert, profesor asistente de Psiquiatría de la escuela de Medicina de Emory, en Atlanta.
"Cuando inyectamos el péptido CART en los cerebros de las ratas, su ingestión de alimentos se redujo significativamente, en hasta un 30 por ciento", agregó Lambert.
Incluso, los investigadores pudieron bloquear este inhibidor del hambre usando un anticuerpo relacionado con el CART, según la investigación presentada esta semana en la Sociedad para la Neurociencia, en Nueva Orleáns.
Y cuando las ratas recibieron únicamente el anticuerpo, bloqueando así sus peptidas CART naturales, aumentaron su consumo de alimentos en entre 30 y 40 por ciento.
Este segundo descubrimiento es importante porque existen muchos factores que llevan a un animal a comer menos, pero rara vez se alimentan más, a menos que haya algo que les hace sentir más hambre.
La comunidad científica ya ha descubierto otros péptidos que regulan la alimentación en el cerebro, entre las que se incluyen la NPY, el estimulante del apetito más poderoso que se conoce; y la GLP-1, que también inhibe el proceso alimenticio.
Se cree que la leptina, la recientemente descubierta "hormona de la obesidad" producida por las células de la grasa, acelera la liberación de esos péptidos en el cerebro para controlar la alimentación



