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Biden ante Cuba y Venezuela, ¿geopolítica o intereses económicos?

Panelistas creen que la flexibilización de las sanciones está relacionada con un interés de la administración Biden por ganar terreno en la región.

Biden ante Cuba y Venezuela, ¿geopolítica o intereses económicos?

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Hora 20

En Hora20 un debate para analizar el impacto a nivel regional de las últimas decisiones de la administración de Joe Biden sobre Cuba y Venezuela, pues la flexibilización de las sanciones y bloqueos podría ser un paso para el relacionamiento con una región que cada vez aumenta su giro hacia la izquierda; se analizó la respuesta del gobierno colombiano que entiende el movimiento ante Venezuela como un triunfo del “cerco diplomático. Después una mirada a las propuestas de Rodolfo Hernández con las que busca colarse en la segunda vuelta presidencial.

En medio de un ambiente dominado por la situación migratoria, la llegada de una nueva Cumbre de las Américas entre el 6 y 10 de junio en Los Ángeles y el panorama político regional cuando varios países se mueven hacia la izquierda, la administración de Joe Biden acabada de adoptar dos medidas frente a países que han sido punto de diferencias en la región. La primera decisión la anunció el Departamento de Estado el lunes en la que se dejaba sin efecto varias medidas que tomó la administración Trump frente a la política con Cuba: se reestablecerán los vuelos a distintas ciudades de la isla; se elimina el límite de remesas por mil dólares cada trimestre; se espera avanzar en la recuperación de relaciones comerciales, así como la regularización de servicios consulares y avanzar en la “reunificación familiar”.

De otro lado está Venezuela, país al que Estados Unido decidió flexibilizar algunas sanciones que han impuesto, esto según Washington por una petición del gobierno interino de Juan Guaidó con el fin de poder reestablecer los diálogos entre la oposición y el oficialismo en Ciudad de México, los cuales quedaron suspendidos después de la extradición de Alex Saab a Estados Unidos. La medida de la administración Biden pasa por permitir negociaciones, aunque no acuerdos formales entre las empresas Chevron y PDVSA, así como sacar a un sobrino de la esposa del presidente Nicolás Maduro de la lista de sancionados impuesta en su momento por el gobierno de Donald Trump.

La decisión fue aplaudida por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y aseguró que ojalá este sea el primer paso para el desmonte de todas las sanciones; la oposición espera que pronto se dé impulso al diálogo, mientras que el presidente Iván Duque ha dicho que la determinación de Biden es una demostración del éxito de la estrategia de “cerco diplomático” que ha impulsado su gobierno.

Lo que dicen los panelistas

Para Thierry Ways, ingeniero, empresario y columnista en El Tiempo, las últimas decisiones de Biden se parecen en la suspensión de Daniel Quintero en la medida que la Procuraduría suspende a Quintero, pero también lo hace con un alcalde más cercano al gobierno como el de Ibagué, “EE.UU. flexibiliza con cuba que no es tan complicado desde el punto de justificarlo y a las 24 horas flexibiliza con Venezuela para mostrar que lo hacen con los dos para que parezca cambio de política, pero tiene intereses geoestratégicos e incluso energéticos”, pues considera que los movimientos hacia Venezuela podrían tener un interés concentrado en el aspecto económico ante la necesidad de petróleo por el conflicto con Ucrania.

Sandra Borda, politóloga, profesora e investigadora en la Universidad de los Andes, recordó que hace apenas un año el gobierno Biden imponía sanciones al régimen de Cuba y se hablaba de no cambiar de tono en las relaciones con Venezuela, “al comienzo hubo intento por tratar de poner en el congelador la relación con América Latina”, pero advierte que ante la coyuntura de los últimos meses la intención de acercamiento es distinta al dar importancia a la región a través de un cálculo geopolítico estratégico. Agrega que ahora que Washington ve cómo flaquea su liderazgo regional, entiende que la única forma de no perder la región es teniendo una aproximación mucho más de zanahoria y no tanto de garrote.

Afirmó que hay una intención de carácter político detrás de estas decisiones, “Estados Unidos se ha dado cuenta que política de sanciones con el fin de aislar al que no considera afín, termina restando su influencia y empujando a esos países a las manos de sus competidores globales”.

Antonio Sanguino, senador por la Alianza Verde e integrante de la comisión de relaciones internacionales del Congreso, comentó que no sorprende el viraje a una posición más dialogante por parte de Estados Unidos hacia Cuba y Venezuela, “el continente también va cambiado y se viene una ola de gobiernos de centro izquierda y de izquierda que obligan una mirada distinta sobre la región”, además, comenta que de alguna manera Washington se dio cuenta que estrategias como las del cerco diplomático y del grupo de Lima no resultaron efectivas para generar una transición en Venezuela.

Agregó que Biden regresa al tono de Obama frente a Cuba en el que cree, pesa más la variable política y geoestratégica, “EE. UU. y Biden tienen la oportunidad de construir una relación distinta con gobiernos que están más hacia a la izquierda, una distinta a la de Cuba a la de Venezuela y Nicaragua; es muy distinto un liderazgo y una izquierda como la de Boric a una como la de Ortega”, concluyó.

Para Gabriel Silva, politólogo, exministro, exembajador y columnista en Cambio, con estas decisiones se está combinando lo coyuntural con asuntos sistemáticos y de geopolítica de fondo, ya que comenta que ahora que se vuelve a una época de conflictos, para EE. UU. se vuelve muy importante tener su zona de retaguardia, y convertir el “patio trasero” en un antejardín bien bonito. “América Latina debe entender que se volvió otra vez en fundamental, se está proyectando la política del buen vecino, pero cuando uno es importante para EE. UU., es posible que aparezca el gran garrote”.

Aunque cree que las razones económicas y energéticas pueden tener un espacio, cree que esto obedece más bien a enviar un mensaje interno de que se toman acciones en la materia, pero asegura que el eje central está en la prioridad geopolítica y estratégica ante la coyuntura que se vive.

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