Cuatro años de la paz: ¿cómo va la implementación del Acuerdo?
Panelistas creen que en procesos de transición, a Colombia le ha ido bien. Otros alertan sobre lo violencia que se avecina ante altos precios del oro.
Cuatro años de la paz: ¿cómo va la implementación del Acuerdo?
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En Hora 20 un especial para entender cómo va la implementación del proceso de paz cuatro años después de la firma del Acuerdo en el Teatro Colón; a través de cuatro entrevistas con visiones diferentes sobre la implementación y el avance de las disidencias, se hizo un balance de cómo va el camino de construcción de paz y qué hace falta para lograr una implementación integral teniendo en cuenta los mecanismos que dejó plasmados el Acuerdo.
Cuatro años después de la firma del Acuerdo de paz en el Teatro Colón en Bogotá, las discusiones de fondo continúan, la implementación anda, para algunos muy rápido, para otros bastante lento. Por ahora, la única certeza ha sido que la paz ha resistido desde los ataques de algunos sectores políticos a su sistema de justicia transicional como lo fueron las objeciones a la Ley Estatutaria, hasta el rearme y la conformación de las disidencias en una buena parte por quien fuera el negociador principal del Acuerdo, Iván Márquez.
Al momento de la firma del Acuerdo una de las certezas era el complejo camino que del país debería recorrer para que se diera su implementación; la llegada de un nuevo gobierno, que en repetidas ocasiones había hecho duras críticas al Acuerdo, generó incertidumbres. No obstante, hoy los retos en la implementación son infinitos en términos logísticos, de seguridad y presencia del Estado en los territorios; así como en el marco normativo, económico y de voluntad política. Al mismo tiempo que más de 12 mil excombatientes se mantienen en firme con lo acordado, a pesar de los cerca de 240 asesinatos en su contra y de unas disidencias que amenazan con la estabilidad de la paz.
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Lo que dicen los protagonistas
Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, apuntó que son tres las lecturas frente a la implementación: un mejoramiento en los indicadores de seguridad, pero con un deterioro en los últimos dos años en temas como las masacres, aunque hay buenos índices como el secuestro y el desplazamiento. En segunda instancia, dijo que de los 502 indicadores de la paz en puntos como las vías terciaras y electrificación, el balance es pobre. Por último, aseguró que el funcionamiento de la JEP ha sido bueno y que se espera que en 2021 se den las primeras sentencias.
Además, alertó sobre una ola de violencia en los próximos años, pues cree que se verá sevicia por parte de las organizaciones criminales y de disidencias que están presentes en 113 municipios. También dijo que se deberá estar alerta con la explotación ilegal del oro, ya que hace un año estaba en US$1.200 la onza y este año pasó a US$1.900; por lo que cree que “correrá mercurio” por los ríos del país.
Para Andrés Stapper, director de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, han sido más los aciertos en materia de reincorporación, esto de cara a excombatientes, comunidades y comunidad internacional. Pues cree que el país va por el camino adecuado. De igual forma, tiempo explicó que cuando inició el gobierno, había dos proyectos productivos que cobijaban 560 personas, a la fecha hay 1.776 proyectos que cobijan 5.070 excombatientes.
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Dentro de los componentes importantes en los proyectos se encuentran: la formulación; la asistencia técnica; capacitación de excombatientes y la comercialización de los proyectos productivos que se generan. Por último, afirmó que se ha apalancado un compromiso en acceso a tierras, pues este año se va a consolidar la compra de nueve predios para que cerca de 900 excombatientes tengan acceso a sus proyectos.
Angélika Rettberg, directora del programa de Investigación sobre Conflicto Armado y Construcción de Paz de la Universidad de los Andes, señaló que implementar cualquier acuerdo es difícil y eso tiene que ver con las dinámicas de la negociación, pues dice que es distinta la negociación entre partes a la negociación con las instituciones y la sociedad. Señaló que como académica conoce la situación de otros países con situaciones transicionales y cree que Colombia ha logrado cosas que en otros lados se demoran hasta una generación después de haber terminado la guerra. También dijo que la JEP llegó para quedarse y que por ahora parece que arrojará resultados; se refirió a la violencia que vive el país y advirtió que es necesario que el Estado llegue con algo más que fuerza represiva.
Por último, Paloma Valencia, senadora de la República del Centro Democrático, comentó que cuatro años después el balance no se escucharon las voces que advertían que el problema de Colombia no es la violencia política, sino el narcotráfico. Señaló que, durante la negociación, desde algunos sectores se alertaba sobre los incentivos perversos que se estaban dando al narcotráfico al no abrir un capítulo especial sobre las verdades y rutas del narcotráfico en el marco de la guerra con las Farc y, además, cree que fue un terrible error definir al narcotráfico conexo al delito político. Por último, dijo que proyectos como el PNIS contribuyeron a un aumento del 117 por ciento en las posibilidades de ser asesinado si se es líder social en estos territorios.