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Te quería preguntar puntualmente sobre el personaje de Richard Jenkins que de alguna manera es un artista incomprendido porque su arte no se valora y tiene que bajarse a otros niveles para que lo “quieran”. ¿Cuánto de eso sientes que hay hoy en el mundo?, ¿cuánta gente tiene que sobreponer sus ideales para sobrevivir?

Bueno, muchísimo, evidentemente parte de lo que me inspiró para el personaje de Richard Jenkins, fue un director de cine fantástico que se llamaba James Whale y que fue un director que hizo curiosamente famosamente Frankenstein y La novia de Frankenstein, y él era también ilustrador, era un buen pintor y creo que fue un director que siempre de una manera u otra tuvo una lucha muy fuerte entre lo que debía hacer y lo que le requería el medio.

Él famosamente fue un hombre homosexual, vivió su vida de manera más abierta y fue rechazado de alguna forma por el medio cinematográfico, no se sabe muy bien si por ostracismo o porque él simplemente decidió dejar de hacer cine. Creo que es importantísimo el momento en que Richard Jenkins que ha estado alejado de su propia pintura, de su propio arte vuelve a dibujar por su encuentro con esta criatura, se vuelve a sentir inspirado, creativo y vivo.

Una de las cosas más interesantes de la película es cómo las minorías terminan conformando una mayoría que realmente puede generar un cambio. Cuando tú pensaste a los personajes que hacen parte de minorías ¿los pensaste siempre así o fue algo que se fue dando?

Sí, fue siempre, la gente dice que la película es muy oportuna para el momento de hoy, estoy de acuerdo, pero ese momento lo estamos viviendo sintomáticamente en los últimos tiempos. Pero si eres latino, si eres mexicano lo llevas sintiendo décadas, entonces para mí era un mensaje oportuno en el hoy, cuando empecé a escribir el guion en el 2011, 2012 ya era oportuno. Creo que de manera muy enfática yo quería que hubiera un personaje sin nombre, que era el personaje ruso, un personaje invisible que podría ser el personaje de Richard Jenkins u Octavio Spencer, un personaje sin voz, etc, etc., y que todas estas minorías se unieran para salvar al máximo exponente de la otredad que es la criatura.

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Muchas de las reseñas de la película hablan acerca del realismo mágico, ¿cuál es tu conexión con el realismo mágico de García Márquez?

Va más allá de un solo autor, evidentemente García Márquez tiene cuentos donde lo ordinario y lo extraordinario se encuentran constantemente, me acuerdo ahora mismo del cuento de un señor muy viejo con alas muy grandes o con alas enormes, y cómo lo cotidiano reacciona a lo extraordinario casi de manera combustiba (sic). Pero para mí hay autores de igual importancia como Cortázar, Borges, Rulfo, como Horacio Quiroga, es decir un montón de autores que abordan lo extraordinario y lo cotidiano.

Evidentemente la película tiene un punto de vista muy latinoamericano acerca de todos los asuntos que aborda. La coexistencia de los extraordinario y ordinario es una vocación muy latinoamericana, la posibilidad de hablar de un género con mayúsculas pero escritos con minúsculas de personajes invisibles y cotidianos, eso es muy latinoamericano.

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