El acto público por la <strong>entrega final</strong> de la Comisión de la Verdad fue <strong>muy variopinto</strong>. Llegaron jóvenes que en su vida han vivido desplazamientos, asesinato de familiares y otros hechos que en la “Colombia Profunda” inclusive todavía se siguen padeciendo. “Significa tener el corazón en este momento <strong>latiendo a mil</strong>, reconociendo a las víctimas, en sentirnos que <strong>somos un mismo pueblo</strong> y podemos mejorar y dejar tanta violencia atrás”, dijo una ciudadana.Además asistieron adultos mayores a quienes les tocó vivenciar las masacres más atroces del departamento: <strong>Machuca, La Chinita, San Carlos</strong>…Para ellos la paz es y debe ser una realidad que necesita el país. Otra ciudadana manifestó que “por fin conocemos algo, una partecita aunque sea. La capacidad de construir siendo distintos, creo que la <strong>Comisión de la Verdad</strong> nos dio eso y deberíamos tener más comisiones”.Lea también:En el informe de la Comisión de la Verdad testimoniaron víctimas, la <strong>fuerza pública responsable</strong> de falsos positivos, las guerrillas y los paramilitares que provocaron masacres y mucho dolor.