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Fiscal asesinada no había sido amenazada, asegura su esposo

Agregó que era una mujer muy trabajadora, querida en Tibú y apegada a lo que la ley decía cuando de tomar decisiones se trataba.

Cecilia Navas

Bucaramanga

La Fiscal asesinada Esperanza Navas, desde hacía 8 años estaba laborando en la fiscalía de Tibú en Norte de Santander, había nacido en el municipio del Socorro.

Su esposo Fernando Otero dijo que la última charla que tuvo con ella fue vía telefónica en la noche del martes en medio del partido de Colombia con Argentina, donde le comentó que se había puesto la camiseta y la cachucha del combinado patrio.

Dijo que en la charla que sostuvo ella le comentó que venía este fin de semana a pasar el puente festivo en Santander donde pasaría por Bucaramanga para recoger una de sus hijas y luego se dirigía al Socorro.

Expresó que ella tenía 12 años de estar vinculada a la Fiscalía y había laborado en los municipios de Cimitarra y Simacota de donde salió para Tibú en Norte de Santander.

Era una persona apasionada por los temas investigativos y en el Catatumbo era la Fiscal Primera Seccional de Tibú, puntualizó.

Fernando Otero, manifestó que todos los días le llevaban el desayuno al apartamento y cuando tocaron a la puerta pensó que era la persona que le vendía los alimentos, pero lamentablemente fueron los dos sicarios que la asesinaron dentro de su hogar y oficina de trabajo.

Precisó que vivía sola en el municipio de Tibú, y aceptó el cargo como un gran reto en su vida profesional.

La Fiscal Esperanza Navas nació en el municipio del Socorro, Santander y le faltaban pocos meses para pensionarse. Tenía dos hijas Ivonne Maritza y Jenny Otero Navas una vive en Bucaramanga y la otra en Canadá.