En bares de Montería se comprometen a respetar protocolos biosanitarios
La Alcaldía de Montería y la Policía intensificarán la pedagogía en prevención del coronavirus y controles en zonas de bares y restaurantes.
En bares de Montería se comprometen a respetar protocolos biosanitarios / Alcaldía de Montería (Cortesía)
Las autoridades municipales dialogaron con los propietarios de bares para establecer puntos de acuerdo que permitan garantizar la reapetura de sectores sin que se ponga en riesgo la vida, acatando los protocolos biosanitarios en sus establecimiento y haciéndolos cumplir.
Dentro de la reunión se estableció que, de acuerdo a la Resolución No. 1569, se debe mantener el distanciamiento físico, un máximo de 4 personas por mesa, el uso de elementos de protección obligatorio en todo momento para el personal que labora en estos establecimientos y las demás normas estipuladas para evitar contagios por COVID-19.
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En cuanto a los clientes, estos pueden quitarse el tapabocas únicamente mientras estén sentados en la mesa y consumiendo; deben usarlo cuando vayan a desplazarse dentro y fuera del recinto.
El equipo GEVI que la Alcaldía de Montería confirmó que, en compañía de la Policía Metropolitana, verificará el cumplimiento de estas medidas durante los próximos fines de semana.
Por otra parte, los comerciantes se comprometieron a cumplir y respetar estas medidas, además de garantizar que los visitantes también hagan buen uso de los elementos de bioseguridad que ayudarán a preservar la vida y la salud de los monterianos.
“Este fue un espacio de diálogo positivo y propositivo, que ayudó a generar mayor claridad en el uso de los elementos y medidas biosanitarias. Desde la Alcaldía de Montería reforzaremos la campaña de autocuidado donde también estén incluidas las pautas exactas del protocolo del piloto de reapertura de bares” expresó el secretario de Gobierno, Gabriel Moreno Guerrero.
Como se recordará, el pasado 13 de octubre el alcalde de Montería, Carlos Ordosgoitia, tomó la decisión de aplicar la ley seca en la ciudad por la indisciplina ciudadana evidenciada en establecimientos de venta de licor durante el primer partido de Eliminatorias de la Selección Colombia que coincidió con la reapertura de bares.
