El calvario de las inocentes
La violencia contra la mujer en el Huila durante la pandemia, emerge como una tragedia que causa confusión y miedo.
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En lo corrido de las 2020, cinco mujeres han sido víctimas de feminicidio, pero hay tres casos que por sus características conmueven a la región.
Hilary Medina, una transexual, de 22 años, fue acribillada por sicarios de la moto; mientras departía con amigas en el centro de Neiva -al parecer- en un hecho de corte pasional, pero lo que más le duele a su familia y a los neivanos es que 7 meses después nadie sabe no dice nada sobre el crimen.
A Claudia Jaramillo, su señora madre, el dolor de su muerte se suma a la inoperancia de la justicia para esclarecer el crimen.
“La justicia en este país es para los ricos, realmente esta es la fecha y nada sabemos de por qué mataron a mi hija, esto ya lo sabíamos que este crimen se iba a quedar impune, solo nos queda levantarnos cada día y llorar por su recuerdo”.
El otro crimen que los huilenses no olvidan es el de Yudi Fernanda Pérez, joven de 19 años, a quien su novio Mario Alberto Trujillo, después de mantenerla cautiva en su propia casa, torturarla y abusarla sexualmente varias veces, le provocó la muerte.
Su madre, Yudi Paola Uribe, aún no entiende cómo un hombre que había jurado amarla terminó siendo su verdugo.
“Esta persona la golpeó brutalmente, le ocasionó daño en el cerebro, pulmones, corazón, y rostro, arrancó parte de su cabello, abusó sexualmente de ella cuantas veces quiso durante tres días, no le dio alimento, ni agua, y la privó de la libertad”.
El feminicidio de Salomé, una niña de 4 años, ocurrido en zona rural del municipio de Garzón, después de haber sido amarrada, golpeada, quemada y abusada por Sebastián Mieles alias el costeño, tocó las fibras de los huilenses que no olvidarán nunca este brutal asesinato, no solo por su crudeza sino porque se trató de una inocente niña que apenas empezaba a vivir.
El padre de la menor, Víctor Segura, y su familia, aún padecen los retorcijones del dolor que no saben hasta cuándo podrán resistir.
“Este caso de mi hija Salomé no vaya a quedar impune, le pido a la justicia, que este caso no se siga repitiendo, yo sé que mi niña va a ser esa persona que va a abrir espacios para que esto no se siga repitiendo, porque ella va a traer paz para este país”.
Frente a hechos de violencia contra la mujer, la titular de Asuntos Sociales del Huila, Claudia Marcela Amaya, entregó cifras actualizadas.
“En el Huila se han registrado cinco feminicidios en este 2020, dos en Neiva, uno en San Agustín, otro en Garzón y el más reciente en Palestina. En total son según el Sivigila 3425 casos de violencia intrafamiliar los que se reporta”.
Nadie podrá reponer estas tres vidas inocentes a sus padres adoloridos y a la sociedad molesta, pero lo mínimo que se pide es que se esclarezcan los hechos.
El presunto responsable en el crimen de la niña Salomé se declaró inocente y la investigación en los otros cuatro casos avanza muy lenta, se teme que terminen como la mayoría, en vencimiento de términos. Ese es el dolor, la rabia y el miedo de los huilenses.