Un informe de las organizaciones indígenas en una audiencia con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, denominada “Violencia y situación de los pueblos indígenas del departamento del Cauca”, <strong>sorprendió por graves vulneraciones de derechos contra comunidades nativas.</strong>La audiencia se llevó a cabo este martes 12 de noviembre en la ciudad de Quito, Ecuador, donde estuvieron cuatro comisionadas de la CIDH, representación del consejo regional indígena del Cauca CRIC y la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca ACIN y delegados y delegadas del Gobierno colombiano.Los <strong>representantes de los pueblos indígenas fueron enfáticos en denunciar que, durante lo corrido de este año, en el departamento del Cauca se han registrado:</strong> 68 asesinatos, 179 amenazas, 15 atentados, 15 masacres, 7 acciones armadas en el Territorio, 6 hostigamientos, 6 reclutamientos forzados de menores por actores armados ilegales y hay por lo menos 200 menores en riesgo de reclutamiento que son acompañados por las estrategias de prevención de la ACIN y el CRIC.Las amenazas individuales se incrementaron en 2019 en un 300% con respecto al año anterior – tan solo en el norte del Cauca se presentaron 79 amenazas. Asimismo, se ha incrementado en un 100%, las amenazas colectivas en contra de las comunidades, estructuras locales y organizaciones zonales y regionales, señala el informe de las organizaciones indígenas del Cauca. El CRIC y la ACIN, señalan que lastimosamente, estas amenazas se han materializado. Gran parte de los homicidios son selectivos en contra de integrantes y líderes de los procesos político-organizativos. Solo durante 2019, <strong>han sido asesinadas 15 autoridades ancestrales y Guardias Indígenas del Pueblo Nasa, en el norte del Cauca y Tierradentro</strong>.Durante la audiencia <strong>se rechazó la propuesta estatal de militarización de los territorios, puesto que no da garantías de protección, ni es la solución para la violencia</strong>, ni ha prevenido el narcotráfico, los asesinatos y las masacres. Por el contrario, se ha consolidado como un factor adicional de riesgo en contra de nuestra integridad, tranquilidad y subsistencia física y cultural, concluye el informe.Una de las comisionadas de la CIDH durante la audiencia y tras las intervenciones, dijo: “ha habido un aumento de asesinatos a líderes y lideresas indígenas, es preocupante y tiene que parar. Hay que subrayar el importante rol de las guardias indígenas en la defensa de su derecho a la vida, territorio y cosmovisión”, destacó la Comisionada Antonia Urrejola, Relatora sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Al respecto, <strong>la CIDH enfatiza que el Estado debe seguir investigando estos crímenes.</strong>