El duelo perdura en Machuca 20 años después de la masacre
Familiares y víctimas de la tragedia de Machuca se abrazaron en estos 20 años de tristeza.
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Caracol Radio
Antioquia
Las familias de quienes murieron en la tragedia de Machuca sienten en dolor como si el hecho hubiera pasado ayer u hoy mismo y las cicatrices de las quemaduras en la piel no les permiten el olvido y el duelo.
Las lágrimas se apoderaron de las personas en cuanto ingresaron al cementerio. Aunque allí ya no hay restos de quienes perdieron la vida, el recuerdo no permite entrar como si nada hubiera ocurrido.
Firlellys Ibargüen, quien tenía 14 años aquel 18 de octubre de 1998, cuando se inició la conflagración, admitió: "Aún veo las llamas, cuando me acuesto me despierto pensando que nuevamente se va quemar mi casa".
Las historias que se escuchan después de recorrer solo un par de cuadras, del barrio Pueblo Nuevo, traen a la memoria de inmediato a quienes ayudaron en la tarea de rescatar o ayudar a los heridos.
"Yo me fui para Barrio Nuevo con la primera persona que vi. Empecé a coger las personas y las podía sostener porque estaban muy incineradas. El traslado de los heridos fue lo más difícil por la lejanía del pueblo", relató Lácides Atehortúa, uno de los que auxilió a los heridos.
El pueblo trata de sonreírle a las adversidades pero la dura situación no lo permite.
"Se me han acercado y me han dicho, padre no podemos perdonar", contó el sacerdote Yoany Tuberquia, párroco de Fraguas.