Intento de feminicidio en Tunja: un hombre trató de asesinar a su propia hija de apenas tres meses
Caracol Radio conoció que tras el aberrante intento de Filicidio y Feminicidio, el presunto responsable fue llevado a la Cárcel.
Tunja (Colombia)
Por el hecho de haber nacido mujer, una bebé de tan sólo tres meses de edad casi muere presuntamente a manos de su propio padre.
Según los elementos penales conocidos por Caracol Radio, el drama de Ana León Barón, una mujer campesina de Tunja -y el de sus hijos-, comenzó desde el momento en el que una ecografía reveló que sería madre de una niña.
El padre de la menor, Javier Paipa Reyes, de aproximadamente 33 años de edad, nunca aceptó la ley de la naturaleza: se negaba a que en cambio de un niño, naciera un niña.
De acuerdo con el expediente judicial del caso, desde antes del nacimiento de la menor, su propio padre expresó el rechazo por haber concebido una hija.
“Me repetía que yo no podía tener una niña, que él quería un varón. Que si llegaba a dar a luz a una niña, tenía que atenerme a las consecuencias (...) que la regalara, que la botara, que hiciera lo que quiera con esa bebé, pero que no la quería cerca”. Describió la mujer en una de sus denuncias y en el relato a la justicia.
Y es que apenas unos días después del nacimiento de la bebé, Paipa Reyes realizó su primer intento de feminicidio contra su propia hija y su compañera sentimental: premeditó y trató de quemarlas vivas dentro de su residencia en la vereda Chorro Blanco, a unos 10 minutos del casco urbano de Tunja. Sin embargo la mujer logró escapar de su verdugo y salvó su vida y la de su bebé.
Al no lograr su cometido, según el relato que reposa bajo el cuidado e investigación del ente acusador, Paipa Reyes decidió prender fuego y destruir la ropa de la pequeña.
El hecho reposa como uno de los antecedentes de Paipa Reye, por su conducta agresiva y homicida en contra de su pareja y de su hija, por el simple hecho de ser mujer. Este primer intento de asesinato se resolvió con la imposición de una medida de caución que le ordenaba al maltratado no acercarse a sus Víctimas ni tener conductas agresivas con las mismas.
Pero el aparente objetivo de acabar con la vida de la menor, habría seguido latente en Paipa Reyes.
El pasado 3 de enero del 2018, el hombre ingresó aparentemente de forma violenta a la vivienda de la cual estaba caucionado, para raptar a la bebé justo en el momento en el que estaba siendo cuidada por su hermano, otro niño de no más de 12 años, mientras su madre adelantaba labores propias del campo.
De acuerdo con el mismo testimonio del menor de edad, el cual se adelantó bajo la protección y restablecimiento de sus derechos, Paipa Reyes habría hurtado a la menor, la llevó a más de un kilómetro de su lugar custodia o de su vivienda, y posteriormente la abandonó en medio de un terreno con un espeso pasto, a la intemperie y expuesta a los peligros del terreno y a las condiciones meteorológicas. En seguida, el hombre desapareció.
Tras el robo de la bebé, familiares, vecinos y policía dentro de otras autoridades, emprendieron la búsqueda desesperada de la menor. Esas labores se extendieron durante más de 5 horas alrededor de toda la zona rural.
Finalmente, la ex esposa del agresor, encontró a la bebé al advertir en un potrero el llanto desesperado de la misma. La niña fue encontrada cubierta con pastos y costales, y con síntomas de hipotermia.
Tras su hallazgo, fue inmediatamente trasladada a un centro asistencial de Tunja, donde los especialistas lograron estabilizarla y ponerla a salvo.
En seguida, la tarea de las autoridades se enfocó en la ubicación del presunto raptor y homicida de la pequeña.
La colaboración de uno de los patrones del supuesto feminicida, fue clave para la captura: el jefe del progenitor de la menor, logró localizarlo, establecieron un punto de encuentro para tratar asuntos laborales, y en el momento de cumplir la cita en un reconocido Centro Comercial del Norte de Tunja, Paipa Reyes fue capturado por las autoridades.
Inmediatamente fue puesto a disposición de la Fiscalía 8 Seccional URI de Tunja.
El ente acusador le imputó cargos al padre de la Víctima por el delito de Feminicidio Agravado en grado de Tentativa, apoyándose en la Ley 1761 de 2015, más conocida como ‘Ley Rosa Elvira Cely’, en concurso heterogéneo con violencia intrafamiliar agravada y homogénea.
Sin embargo, y ante el juzgado primero penal con función de control de garantías, Paipa Reyes no aceptó los cargos endilgados por la fiscalía.
En seguida, y teniendo en cuenta los elementos materiales probatorios, la Fiscalía solicitó la imposición de medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento de reclusión para el presunto autor de la conducta punible de feminicidio agravado en grado de tentativa.
Simultáneamente la defensa de Paipa Reyes solicitó que no se impusieran medidas de aseguramiento sino que se mantuviera la caución que para la fiscalía, evidentemente ya habría violado el sujeto.
Finalmente el juzgado le impuso a Paipa Reyes, detención preventiva en establecimiento carcelario, y fue recluido en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Mediana Seguridad de Cómbita.
La decisión quedó en firme, ya que las partes no interpusieron recurso alguno.
Familiares de la menor, quienes reclaman justicia frente a este caso que se configura como el primer intento de feminicidio del 2018 en Boyacá, esperan que en el avance de la investigación se logre una condena ejemplar para que quede como precedente en el país, ante casos similares de maltrato, violencia de género e intento de feminicidios contra mujeres y niñas en Colombia.
En este caso, las víctimas serían cobijadas con alguna medida de protección, toda vez que las amenazas de muerte contra estas, aparentemente continuaban en medio de las audiencias concentradas.