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Cárcel para cinco presuntos integrantes del Clan del Golfo en Bolívar

Son señalados de extorsiones en municipios de Bolívar y Sucre

Cartagena de Indias

Con detención en centro carcelario fueron cobijados Ana Julia Benavides Vides, Eduardo José Zabaleta Yépes, alias Puya; Javier Francisco Yepes Ruíz; Pedro Manuel Acuña Solano, alias Peyo; y José Francisco Zabaleta Marquez, alias Guabino o Gavino, señalados de pertenecer a la estructura criminal Clan del Golfo.

En audiencia de control de garantías la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión agravada y financiación al terrorismo o grupos de delincuencia organizada.

El CTI de la Fiscalía, con apoyo de la Armada Nacional y la Policía, capturó a estas cinco personas en diligencias de registro y allanamiento cumplidas en las veredas El Platanal y El Polvillo, en los corregimientos Coco y Caño Solis en Tiquisio (Bolívar).

En la cárcel notificaron imputación de cargos por los mismos hechos a José Carlos Pereira Vásquez, alias El Reserva, a Víctor Manuel Morales Pérez, alias Narcizo, a alias Popeye, Petry, y a El Grande.

Alias El Reserva y alias Narcizo, fueron trasladados desde su sitio de reclusión para asistir a las audiencias con los detenidos de Tiquisio. En los próximos días se les imputará los cargos a otros tres detenidos que fueron notificados.

Según las investigaciones de la Fiscalía, esta estructura del Clan del Golfo estaría dedicada a intimidar y exigir dinero a pequeños comerciantes de Tiquisio, Barranca de Loba, Achí, Montecristo y Norosí (Bolívar), y Guaranda (Sucre).

Las evidencias pusieron al descubierto que los hoy procesados llevaban un registro de las utilidades que recibían las víctimas en sus negocios y habrían fijado cuotas; por ejemplo, por canasta de cerveza que se vendía en un establecimiento pedían $3.000 a los tenderos, para permitir los recorridos de los mototaxis exigían $200.000 mensuales a los trasportadores informales, los mineros eran extorsionados con pagar el 10% del valor del material extraído y los ganaderos debían cumplir con cuotas de $10.000 por cabeza de ganado que tenían en sus fincas.