Oración poderosa para HOY 24 de diciembre, según Iglesia Católica: ¿a qué hora hacerla?
Durante esta celebración, al compartir con la familia, se puede dedicar un momento a una oración sencilla para dar gracias por el año que está por terminar:

El 24 de diciembre es una fecha muy importante para quienes siguen la fe católica y la Navidad. Se trata de el día en que se vive la Nochebuena, la antesala de la Navidad, cuando se recuerda el nacimiento de Jesús.
Por esta razón, muchas personas eligen hacer una pausa y dedicar unos minutos a la oración, como una forma de prepararse por dentro y vivir esta celebración con más calma y significado.
Para la Iglesia Católica, este día es un momento de espera y reflexión por lo que la oración ayuda a pensar en el mensaje de Jesús, a agradecer lo bueno que pasó durante el año y a pedir paz, tanto para la familia como para el mundo. No es solo una tradición que se repite cada año, sino una oportunidad para conectarse con la fe y darle un sentido más profundo a la Navidad.
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¿Cuál es la mejor hora para hacer la oración?
No existe una hora exacta que sea obligatoria, pero la Iglesia suele recomendar algunos momentos del día que son especiales:
- Por la mañana: para empezar el día con tranquilidad y ofrecerlo a Dios.
- Antes de la cena de Nochebuena: Un buen momento para orar en familia y compartir un espacio de unión.
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Oración poderosa para agradecer este 24 de diciembre
“Esta noche, señor, me postro de rodillas y te contemplo en el pesebre. Has querido llegar a este mundo de la manera más humilde, has querido mostrarnos a todos que el mejor lugar para alojarte es un corazón sencillo. Esta noche quiero agradecerte, por todos aquellos favores que me has concedido desde el momento en que nací.
Gracias por llamarme tu hijo, por mirarme con bondad cuando solo soy miseria. Gracias por todas las veces que me has levantado, por todas las veces que me has escuchado en las frías noches en que mi corazón se hallaba roto. Gracias por el consuelo inmerecido, por las heridas y los fracasos que me hicieron más fuerte.
Gracias por la vida de cada miembro de mi familia, por las sonrisas y carcajadas, por los abrazos y las caricias. Por darme la oportunidad de recibirte una vez más en mi corazón. Ahí estás, hecho hombre, un bebé envuelto en pañales, la más dulce escena jamás antes vista. Tus manitas se extienden en esta fría noche, tu corazón palpita la Vida Eterna, tus ojos se posan sobre María, extasiada de amor, y sobre José, desbordante de alegría.
¡He aquí a el Salvador, al Rey del Universo! He aquí a Jesús, mi dulce Jesús. Gracias por llegar aquella noche a los brazos de María, por hacerte pequeño y frágil. Esta noche solo te pido que nazcas aquí, en este corazón herido, y me permitas tenerte en brazos, tal como tu Madre lo hizo esa noche estrellada, iluminada por la bondad y el amor del Padre.”
Oración para bendecir la cena de navidad
“Hermoso Señor, Dios de paz y rey de nuestra vida, gracias por todos los dones que nos entregas en esta noche, por todos los alimentos y por todas las personas que se encuentran reunidos alrededor de esta mesa. Gracias porque en esta noche de Navidad, nos sigues bendiciendo y nos sigues regalando tu amor inmenso.
Gracias te doy, padre bendito, por cada una de las vidas de las personas que están compartiendo la mesa, gracias por su compañía y por permitir que la familia se encuentre reunida. Que estas fechas especiales sean reflejo de tu amor y de tu gracia.
Te pido también, divino señor, por las personas que no se encuentran con nosotros, por aquellos que se encuentran a mucha distancia por diferentes motivos, por aquellos que no se pudieron reunir con nosotros físicamente, pero que siempre están cerca de nuestro corazón.
Reunidos en esta mesa, conmemoramos el nacimiento de tu hijo precioso, Jesús. Recordamos la señal de humildad en Belén, que nos impulsa a servir y a vivir bajo el símbolo del amor. Por eso queremos celebrar la llegada de tu hijo con una cena navideña, una cena fruto del esfuerzo y el trabajo de todos los que estamos aquí reunidos.
Te pido que bendigas cada uno de los alimentos que vamos a compartir, para que nos sirvan para nutrir nuestro cuerpo y que los compartamos con mucha humildad y amor. Gracias por las manos que los han preparado con mucho cariño y amor. Bendice el pan, bendice el vino y todo lo que vamos a compartir, bendice nuestros trabajos para que sea el sustento de lo que comeremos en esta noche fraterna.
Danos tu alegría, tu paz y tu felicidad. Bendice la fraternidad que hay alrededor de esta mesa en esta noche de luz. Que sepamos que eres Tú quien nos invita a cenar y a abrir nuestros corazones para que Jesucristo se quede a vivir dentro de ellos.
Dios misericordioso, Padre compasivo, Dios maravilloso, ilumina esta noche con la estrella que iluminó Belén y que, en esta Navidad, florezca el amor, la esperanza, la caridad y la abundancia en este hogar. Todo esto te lo pido en el nombre de tu Hijo, que está a punto de nacer en nuestros corazones, Amén.”




