COP30: Sigue sin haber acuerdo para construir hoja de ruta sobre salida de combustibles fósiles
Las diferencias entre algunos países han impedido la conformación de un gran consenso.

Foto: GettyImages / Wagner Meier
Mundo
Las negociaciones climáticas en Belém (COP30) continúan este sábado más allá del cierre programado, tras dos caóticas semanas de cumbre que está a punto de concluir sin ningún compromiso importante para acelerar la salida gradual de las energías fósiles.
El objetivo es alcanzar un acuerdo para recuperar el retraso acumulado por la humanidad en su lucha contra la contaminación por carbono, apoyar la adaptación al cambio climático de los países pobres y demostrar la viabilidad del multilateralismo en un mundo fracturado.
El problema es que hasta el momento los países han estado discutiendo sobre un texto que ya no contiene la palabra “fósiles” y no han llegado a un consenso para la creación de una “hoja de ruta” para abandonar el petróleo, el carbón y el gas, reclamada por al menos 80 países europeos, latinoamericanos o insulares, y respaldada por el propio presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
La Unión Europea incluso planteó la posibilidad de marcharse “sin acuerdo”, lo que supondría un humillante fracaso para Brasil y para esta primera conferencia climática de la ONU en la Amazonía, que comenzó el 10 de noviembre.
“¿Quiénes son los que más bloquean? Todos los conocemos. Son los países productores de petróleo, por supuesto. Rusia, India, Arabia Saudita. Pero también se les unen muchos países emergentes”, declaró a la AFP la ministra francesa de Transición Ecológica, Monique Barbut.
El emisario de la COP30 para el sur de Asia, el indio Arunabha Ghosh, llamó a no dejarse distraer por el “ruido” y a centrarse “en lo esencial”: “el acceso a la energía para los más pobres, la seguridad energética para todos y la sostenibilidad energética para el planeta”.
La reunión fallida:
Tras el fracaso de una larga reunión el viernes mediodía con los cerca de 190 países presentes, la presidencia brasileña cambió de formato y mantuvo conversaciones por la tarde a puerta cerrada, casi sin interrupción, con un grupo reducido de países, representativos de los diferentes bloques.
Según varios observadores y delegados preguntados por AFP, los debates se centran en modificaciones al margen de los tres principales puntos de fricción: la ambición de reducir las energías fósiles, la ayuda financiera que deben aportar los países desarrollados y las tensiones comerciales sobre los impuestos sobre el carbono en las fronteras.
La postura de Colombia:
En medio de esto la ministra de Ambiente de Colombia, Irene Vélez, anunicó que en alianza con el Gobierno de los Países Bajos, el proximo año se realizará en Santa Marta la primera conferencia internacional sobre la transición justa para abandonar los combustibles fósiles e insistió en que es clave salir de esta COP30 con una hoja de ruta.
“Esta COP no puede terminar sin una hoja de ruta clara, justa y equitativa para la eliminación gradual de los combustibles fósiles a nivel mundial. Como gobiernos responsables de las decisiones que afectarán a las generaciones futuras, tienen la responsabilidad moral de hacer eco de las demandas de los pueblos en favor de la justicia climática y la eliminación de los combustibles fósiles”.
Al respecto también se pronunció el presidente Gustavo Petro quien pidió que la declaración de la COP 30, en Belém do Pará, mencioné que para superar la crisis climática hay que disminuir sustancialmente el consumo y la extracción de combustibles fósiles.
El mandatario aseguró que si la COP no introduce ese concepto, es decir la palabra Fósiles en el acuerdo, “fracasaría ante la urgencia de vida para el planeta y la humanidad”.



