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Pablo Piovano aprovecha la IA como una estrategia de negocios exitosa

En un ecosistema saturado de promesas sobre la inteligencia artificial, su trayectoria se destaca por algo que no se maquilla con discursos: resultados medibles

Pablo Piovano, el argentino que aprovecha la IA como una estrategia de negocios exitosa

Pablo Piovano, el argentino que aprovecha la IA como una estrategia de negocios exitosa

Ingeniero en Computación formado en la Universidad Católica de Santiago del Estero, Piovano construyó una carrera que cruza arquitectura en la nube, despliegues de IA generativa y liderazgo técnico con foco empresarial. Su punto de partida académico no es un detalle menor; es la base disciplinaria que explica por qué sus proyectos nacen con rigor de ingeniería y acaban impactando en operaciones, ingresos y cultura organizacional. Su título de Ingeniero en Computación lo obtuvo en marzo de 2014, tras una primera diplomatura técnica en Análisis de Sistemas en 2009, un itinerario que lo ancló temprano a la resolución de problemas complejos y a la programación con criterio industrial.

Hoy Piovano se presenta —y lo respaldan sus hitos— como líder senior de soluciones de IA, nube y transformación digital. Se especializa en servicios de Azure, modelos generativos y arquitectura cloud; un perfil híbrido que combina estrategia, gobierno técnico y ejecución de alto impacto. Ese posicionamiento no es adjetivo: su currículum lo describe como un líder con más de diez años de implementación de IA y cloud en finanzas, salud y tecnología, con dominio del ecosistema Microsoft y el reconocimiento como Microsoft MVP en Inteligencia Artificial, credencial reservada para referentes que aportan sostenidamente a la comunidad global.

El capítulo más reciente de su carrera lo encuentra al frente de los Servicios de IA en OZ Digital. Allí, su trabajo se mide en contratos y eficiencias, no solo en demos. En 2024 desarrolló tres pruebas de concepto para clientes clave; el equipo las presentó en un AI Summit y, como consecuencia directa, la compañía cerró órdenes de trabajo por 300.000 dólares para el primer trimestre de 2025. La cifra muestra una IA que sale del laboratorio y pisa la caja.

En ese mismo período lideró EPIC, un proyecto destinado a recuperar conocimiento en grandes volúmenes de siniestros. La métrica es nítida: los analistas redujeron 40% el tiempo de búsqueda y mejoraron 25% la precisión en la toma de decisión. No hay mística, hay ingeniería aplicada a disminuir fricción informativa en bases de más de 20.000 reclamos.

Su aproximación técnica combina diseño seguro de plataformas con patrones modernos de interacción entre modelos y datos. En el cliente WR Berkley–MEC, Piovano diseñó la arquitectura de orquestación y despliegue para Azure AI Services, Machine Learning, AI Search y Microsoft Fabric, con un objetivo claro: habilitar aplicaciones y bots con 99,9% de disponibilidad. Ese andamiaje es, en concreto, lo que convierte una prueba de concepto de IA en un producto confiable.

Otro sello de su trabajo es la institucionalización del patrón RAG (Retrieval-Augmented Generation). Piovano impulsó su adopción para elevar exactitud y eficiencia en soluciones generativas: un enfoque que integra modelos grandes con buscadores semánticos y repositorios corporativos, reduciendo al mínimo las “alucinaciones” y mejorando la trazabilidad de respuestas. En paralelo, consolidó un equipo multidisciplinario y un marco de colaboración con áreas de datos y marketing, una estructura que acelera la entrega sin descuidar alineación con objetivos de negocio.

Antes de OZ Digital, su etapa en MRoboT.io deja dos postales de IA útil. La primera: un sistema de solicitudes de envío para JSJ Corp y GHSP que recortó tiempos de respuesta 50% y aceleró entregas en plantas de América, Europa y Asia. La implementación se apoyó en Power Platform y Copilot para automatizar consultas de estado y surfaced la información clave para logística en tiempo real. La segunda: una solución de inspección de piezas asistida por IA para Sparks Belting que llevó un proceso manual de dos semanas a segundos, con análisis en tiempo real para más de mil piezas al mes y un salto del 20% en precisión de cumplimiento. Ambas iniciativas confirman su patrón de diseño: automatización inteligente, integración cloud y métricas duras.

Si se retrocede una década, se entiende el músculo organizacional detrás de su liderazgo técnico. Como cofundador y director de ingeniería en CABL & Asociados, Piovano guio el crecimiento de la empresa desde diez hasta 150 personas en siete años, con una facturación anual que alcanzó los cuatro millones de dólares. Estableció presencia en varias provincias de Argentina, profesionalizó la contratación y la capacitación y sostuvo una rotación anual de apenas 2%, un indicador inusual en tecnología. En ese período dirigió proyectos para clientes de alto perfil, entre ellos Grupo Sancor Seguros, desarrollando soluciones web y móviles que soportaban operaciones críticas y consolidaban la expansión digital de la organización. Esa etapa lo fogueó en metodologías ágiles, tercerización y dirección de proyectos de complejidad creciente.

La visibilidad pública que hoy tiene como referente no se debe solo a credenciales técnicas: también enseña y construye comunidad. Fue experto en Microsoft Ignite 2024 y Microsoft Build 2025, donde acompañó a los Advocates de Microsoft en laboratorios prácticos sobre interacción con modelos multimodales, agentes y aplicaciones generativas en Azure AI Foundry. En 2024 abrió RAGHack con una sesión sobre RAG, y durante la “Season of AI for Developers” dictó talleres prácticos de servicios de Azure y aplicaciones generativas. Ese recorrido refuerza su rol como puente entre equipos técnicos y ejecutivos, y como multiplicador de buenas prácticas en IA aplicada.

Piovano, además, acredita certificaciones que apuntalan su práctica diaria: Azure AI Engineer Associate, junto con fundamentos de Azure y Power Platform. No son títulos ornamentales; funcionan como estándar de base para un trabajo que exige actualizarse al ritmo de un stack que cambia mes a mes.

Todo lo anterior encaja con su condición de Microsoft MVP en Inteligencia Artificial desde 2022, una distinción que reconoce excelencia técnica y aporte a la comunidad. La combinación de ese reconocimiento con su enfoque en arquitectura y productos explica por qué en su perfil profesional se subraya su capacidad para optimizar procesos, mejorar la toma de decisiones y disparar crecimiento sostenible mediante IA generativa y servicios en la nube. En otras palabras: no vende “IA” como una caja negra, sino como un sistema integrado que responde a metas de negocio, con métricas y garantías de operación.

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Visto en perspectiva, la carrera de Pablo Piovano es la de un ingeniero que aprendió a hablar dos idiomas al mismo tiempo: el de los modelos y el de los directorios. En uno, domina patrones como RAG, despliegues seguros y plataformas orquestadas en Azure; en el otro, traduce esas capacidades a contratos, eficiencias y experiencias de usuario mejores. Ese doble dominio —técnico y estratégico— es, quizá, su contribución más transformadora: convertir la inteligencia artificial en una práctica empresarial repetible, escalable y, sobre todo, medible, en un campo que todavía confunde ruido con valor, esa es una diferencia que se nota en los números.

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