Luis Silva Sinning: hablar claro, invertir mejor
Luis Silva Sinning no se describe a sí mismo como un genio ni como un gurú financiero

Luis Silva Sinning: hablar claro, invertir mejor
De hecho, cuando se le menciona que ha recibido la visa de talento extraordinario por parte del gobierno de Estados Unidos —una categoría que ha incluido a figuras como Albert Einstein—, lo primero que hace es quitarle peso al asunto. “Estoy muy lejos de tener el cerebro de ese señor, pero algo bueno estaremos haciendo para que nos reconozcan de esa forma. Me enorgullece, claro, pero no cambia lo que hago cada día”.
Silva lleva más de una década moviéndose entre dos mundos: el académico y el empresarial. Y aunque hoy lidera una comunidad con más de 325.000 personas que lo siguen para aprender sobre inversiones y derivados financieros, insiste en que todo empezó con algo mucho más básico: querer explicar, en español, lo que hasta entonces solo se encontraba en inglés o en formatos demasiado técnicos.
“Mi motivación siempre ha sido enseñar. No las opciones financieras como tal, sino el poder que tiene la educación cuando es clara y útil”, dice. Su canal de YouTube fue el punto de partida, y hoy forma parte de un ecosistema más amplio que incluye Sigma Option, su plataforma educativa; Sigma Trade, una fintech de inversión aliada con uno de los brókers más relevantes de EE.UU.; y Optionable, una herramienta tecnológica que ayuda a analizar estrategias en tiempo real.
Desde el principio, su enfoque ha sido mantener el lenguaje accesible. Nada de fórmulas complicadas ni promesas de enriquecimiento rápido. De hecho, se muestra crítico con ese tipo de discursos. “El error más común entre los jóvenes que se acercan al mundo financiero es pensar que hay atajos. Pero casi siempre, el camino largo termina siendo el más seguro. La paciencia y la constancia no suenan atractivas, pero funcionan.”
Esa visión no es casual. Proviene tanto de su formación como de su experiencia. Administrador de Empresas de la Universidad Nacional y magíster en administración, fue profesor universitario de mercadeo antes de dedicarse de lleno al mundo financiero. También lideró la expansión regional de una marca automotriz en Colombia, y desde su empresa Grupo Empresarial DMS promovió procesos de inclusión laboral para excombatientes, trabajo que le valió varios reconocimientos nacionales e internacionales. “Mucho de lo que aprendí vino de esos años. Ahí entendí que la transformación no pasa solo por lo económico. Hay una dimensión humana que no se puede ignorar.”
En 2022 fue invitado como docente adjunto al Options Institute del Cboe Global Markets, en Chicago, convirtiéndose en el primer hispano en ocupar ese rol. También ha sido invitado a compartir su experiencia en conferencias de Tradier, Tastytrade y otros actores del ecosistema financiero. Pero a pesar de estos logros, su rutina sigue siendo la misma: grabar contenido, responder mensajes de estudiantes, revisar desarrollos tecnológicos y planear mejoras para las plataformas.
A lo largo de la conversación, Silva habla pausado, sin frases grandilocuentes. Evita vender fórmulas. Su mirada está más puesta en los procesos que en los resultados. “No se trata solo de aprender a invertir. Se trata de cambiar la forma en que pensamos el dinero, el ahorro, el futuro. Y eso no se logra de un día para otro.”
Uno de sus planes a mediano plazo es crear un bróker propio y, eventualmente, una entidad financiera que permita integrar todo el ciclo de acceso e inversión en un solo lugar. Su objetivo es que personas sin experiencia previa, incluso con ingresos modestos, puedan ahorrar e invertir sin complicaciones. “Queremos que un taxista, alguien que trabaja en un supermercado, pueda tener acceso a herramientas financieras sin que eso le implique pagar tarifas absurdas o aprender en un idioma que no domina.”
Cuando se le pregunta cómo logra equilibrar su rol como educador, empresario y figura pública, responde sin rodeos: siendo la misma persona en todos esos espacios. “No tengo un personaje distinto para cada cosa. Lo que pienso y lo que digo es el mismo, esté donde esté. Eso me ayuda a mantener el rumbo.”
Sobre los errores que marcaron sus primeros años, admite varios. “Avancé con afán muchas veces. Quise impresionar, competir. Hoy no haría eso. Lo que más me ha servido ha sido dejar de compararme con los demás y concentrarme en mejorar un poco cada día. También rodearme bien. Si estás cerca de personas que suman, es más fácil crecer sin perder el enfoque.”
Hay algo que repite más de una vez: el emprendimiento no garantiza el éxito, pero sí permite intentarlo con sentido. “No siempre sale bien. De hecho, muchas cosas que hoy funcionan, nacieron de errores anteriores. Pero si uno cree en lo que hace, hay que volverlo a intentar. Solo se necesita hacerlo bien una vez.”
No es un discurso heroico ni una historia épica. Es la perspectiva de alguien que entiende que el cambio real se construye con pasos concretos, decisiones consistentes y, sobre todo, con intención clara. Luis Silva no se presenta como un modelo a seguir, pero lo que ha logrado —y cómo lo ha hecho— ofrece un punto de partida útil para quienes buscan aprender, emprender o simplemente tomar el control de sus finanzas sin que eso implique cambiar de idioma o renunciar al sentido común.




