Mujeres caficultoras del Huila transforman su territorio con liderazgo y sostenibilidad

Desde la vereda El Carmen, en las montañas del sur del Huila, un grupo de 53 mujeres campesinas convierte el café en un motor de transformación social. Integran la Asociación Aroma de Mujer, que impulsa el liderazgo femenino, la producción sostenible y la formación de las nuevas generaciones en la cultura cafetera.

Ello, desde el trabajo en tres pilares: el fortalecimiento del liderazgo femenino, la producción y comercialización de café sostenible, y la soberanía alimentaria mediante huertas caseras. Además, crean espacios de formación para niños y niñas del territorio, con la meta de establecer la primera escuela rural de cultura cafetera en Oporapa.

El proceso es posible gracias al proyecto “Café para un Futuro Sostenible”, impulsado por Yara Colombia, que trabaja con cinco organizaciones de mujeres en el departamento, impactando a por lo menos 100 familias.

Ana María Ramírez, coordinadora de la cadena de valor de café para la compañía, asegura que el proyecto, que lleva apenas un año de implementación, ya muestra resultados: “han mejorado un 55% su productividad y han logrado reducir su huella de carbono en un 51%, alcanzando un impacto equivalente a sembrar 7.000 árboles. Este proyecto demuestra que es posible una caficultura más rentable, sostenible y liderada por mujeres”.

Ampliar

Además del impacto productivo, las mujeres de Aroma de Mujer han transformado sus vidas y las de sus familias. “La única manera de ganar el territorio es trabajando de la mano con la comunidad. Estos fertilizantes sostenibles nos han permitido mejorar la calidad de vida, pero también darles un mejor futuro a nuestros hijos. Por eso estamos formando a los más pequeños en la cultura cafetera”, comenta al respecto Marcela Burbano, integrante de la Asociación.

Desde la comunidad internacional también hay reconocimiento. Durante el foro “Mujer rural, café y sostenibilidad: liderazgos que transforman el territorio”, celebrado durante Agroexpo el secretario de la Embajada de Noruega subrayó que “casi la mitad de la población rural son mujeres. Esta iniciativa refleja su capacidad para liderar y transformar. Apostar por el talento femenino es una oportunidad para desarrollar la autonomía económica en el campo colombiano”.

Con el respaldo técnico y formativo de Yara Colombia, la articulación comunitaria y la determinación de las mujeres campesinas, la Asociación Aroma de Mujer demuestra que el campo colombiano se puede transformar desde el liderazgo femenino, la sostenibilidad ambiental y la educación para las futuras generaciones.