Tras el bloqueo en la estación de peaje de Galapa, en el municipio de Baranoa, la concesión Autopistas del Caribe emitió un comunicado en el que rechazó estas acciones, lideradas por un grupo de líderes sociales.

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La empresa señaló que este tipo de manifestaciones afectan la operación vial, la movilidad de los ciudadanos y la viabilidad financiera del proyecto que se desarrolla en el corredor concesionado.

La concesionaria respondió punto por punto a los señalamientos del Comité No Más Peajes, destacando que desde el 12 de febrero se han realizado más de 10 mesas de trabajo con participación de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), autoridades locales y líderes comunitarios.

“Como resultado, se han implementado mejoras en la señalización vial, se estableció una tarifa diferencial para vehículos de categorías I y II, y se reforzaron medidas de seguridad vial. No obstante, aclararon que algunas solicitudes, como la tarifa cero o exenciones especiales por turismo, no son legalmente viables bajo el contrato vigente”, indicó Autopistas del Caribe.

En cuanto a los avances del proyecto, Autopistas del Caribe detalló las labores de mantenimiento ejecutadas desde 2023, que incluyen limpieza de vías, señalización, instalación de reductores de velocidad, y mejoras en intersecciones clave del municipio.

Doble calzada Caracolí–Baranoa

También se refirieron a la doble calzada Caracolí–Baranoa, explicando que los bloqueos y la falta de cierre financiero han impedido iniciar su construcción, a pesar de que ya se cuenta con estudios y diseños preliminares listos para su ejecución.

Finalmente, la empresa resaltó su compromiso social con la comunidad, mencionando la contratación de mano de obra local, el desarrollo de actividades educativas y turísticas, y el trabajo con la comunidad Mokaná de Pital de Megua a través de procesos de consulta previa.

Autopistas del Caribe hizo un llamado al diálogo y a la moderación del discurso en medio del actual contexto preelectoral, advirtiendo que el proyecto enfrenta riesgos de una posible terminación anticipada debido a narrativas marcadas por la desinformación y la politización del conflicto.