Colombiano fue condenado a 25 años de cárcel por asesinato y estafa en España

Un tribunal español ha condenado a 25 años y medio de prisión a Nelson David Moreno, ciudadano colombiano, por matar a un hombre en la ciudad de Bilbao en 2021, mientras sigue acusado de la muerte de otros cuatro hombres, a los que conocía en aplicaciones de citas de internet.

Moreno que fue declarado culpable en mayo por un jurado popular y previamente ya había sido condenado en otra causa a diez años de prisión por intento de homicidio, así como a dos años y tres meses por un delito de estafa continuada.

En la sentencia conocida este miércoles, la Audiencia provincial de Vizcaya le impone 23 años de cárcel por asesinato con alevosía, en concurso con un delito de robo con violencia en casa habitada.

Además, una pena de dos años y seis meses de cárcel por un delito continuado de estafa con la agravante de reincidencia, informó el Tribunal Superior regional del País Vasco.

La sentencia, contra la que cabe recurso en el plazo de diez días, le impone también, en concepto de responsabilidad civil, una indemnización conjunta para los familiares de la víctima de 156.740 euros.

El juicio

La Audiencia de Vizcaya mantiene abiertas cuatro causas contra el mismo hombre por homicidio, aunque la Policía estima que son siete las muertes en las que podría estar implicado.

Aunque la defensa solicitó su absolución, el jurado lo declaró finalmente culpable de asesinato, robo con violencia, estafa y usurpación del estado civil, si bien el tribunal lo absolvió de este último delito.

La sentencia considera probado que el 17 de octubre de 2021 acudió al domicilio de la víctima; y con el ánimo de acabar con su vida o asumiendo plenamente el riesgo, procedió a su estrangulamiento.

El condenado recurría a “aplicaciones de citas” para interactuar con hombres homosexuales que vivieran solos, de tal forma que, “con la expectativa de mantener una relación sexual, la víctima de ningún modo podía esperarse ese comportamiento sorpresivo”.

Según el veredicto del jurado, se considera probado que mató a la víctima “con la finalidad de obtener acceso a sus datos y cuenta bancaria para llevar a cabo operaciones patrimoniales ilícitas a su favor”.

Sin embargo, los siete hombres y dos mujeres que lo juzgaban no hallaron motivos para creer que atentara contra la vida de la víctima por su orientación sexual.