ABC fiebre amarilla: síntomas, tratamiento y prevención según la OPS
En la última revisión epidemiológica de fiebre amarilla de la Organización Panamericana de la Salud, del 26 de marzo, se registran 31 casos en Colombia.

Aedes aegypti transmisor de la fiebre amarilla
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) explica que desde 1970 la fiebre amarilla ha resurgido como una amenaza para la salud pública en la región y resalta que esta enfermedad es endémica en 13 territorios de la región entre los que se incluye Colombia pero también Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela.
La OPS resalta que desde los últimos meses de 2024 se han registrado un aumento en los casos humanos de fiebre amarilla, pasando en 2025 de la región amazónica a otras áreas.
Los signos y síntomas
Una vez contraído, el virus de la fiebre amarilla incuba en el cuerpo durante 3 a 6 días. Muchas personas no experimentan síntomas, pero si estos ocurren, los más comunes son:
- Fiebre.
- Dolor muscular concentrado en la espalda.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas o vómitos.
En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen después de 3 a 4 días, sin embargo, parte de los pacientes entra en una segunda fase más tóxica dentro de las 24 horas posteriores a la recuperación de los síntomas iniciales. En estos casos la fiebre alta regresa y varios sistemas del cuerpo se ven afectados, generalmente el hígado y los riñones.
En esta fase, es probable que las personas desarrollen ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos, de ahí el nombre “fiebre amarilla”), orina oscura y dolor abdominal con vómitos. Puede ocurrir sangrado de la boca, nariz, ojos o estómago.
La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren dentro de 7 a 10 días.
¿Cómo se diagnostica?
La confirmación de la fiebre amarilla requiere pruebas de laboratorio y es difícil de diagnosticar (especialmente en las primeras etapas) porque sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades comunes como malaria, dengue, leptospirosis y el virus del Zika, así como con envenenamiento.
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¿Cómo se transmite?
El virus de la fiebre amarilla se transmite por mosquitos infectados y, según la OPS, hay tres ciclos de transmisión:
- Fiebre amarilla selvática: En las selvas tropicales, los monos, que son el principal vector del virus de la fiebre amarilla, “son picados por mosquitos silvestres de las especies Haemagogus y Sabethes, que transmiten el virus a otros monos”. Las personas que trabajan o viajan en el bosque son picados por mosquitos infectados y desarrollan fiebre amarilla.
- Fiebre amarilla intermedia: En este tipo de transmisión, los mosquitos semi-domésticos (que se reproducen tanto en la naturaleza como alrededor de las casas) infectan tanto a monos como a personas.
- Fiebre amarilla urbana: Las grandes epidemias ocurren cuando personas infectadas introducen el virus en áreas densamente pobladas con alta densidad de mosquitos Aedes aegypti y donde la mayoría de las personas tienen poca o ninguna inmunidad, debido a la falta de vacunación o exposición previa a la fiebre amarilla.
El tratamiento y la prevención
La OPS recuerda que “la vacunación es la medida preventiva más importante contra la fiebre amarilla. La vacuna contra la fiebre amarilla se ha utilizado durante décadas y es segura, asequible y altamente efectiva”
Se resalta que la vacuna proporciona inmunidad efectiva dentro de los 10 días para el 80-100% de las personas vacunadas, y dentro de los 30 días para más del 99% de las personas vacunadas..