El balance no es positivo para la Política de Paz, grupos han ampliado su control territorial: HRW
Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch (HRW), alertó sobre la crisis de la política de paz total del presidente Gustavo Petro.
La directora para América de Human Rights Watch (HRW) alertó sobre los principales desafíos que enfrenta la política de ‘Paz Total’ del presidente Gustavo Petro, tras dos años y medio de gobierno.
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De acuerdo el balance presentado en el Informe Mundial anual de HRW, en Colombia grupos armados impulsados por economías ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal como el Clan del Golfo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC continúan expandiendo su control territorial, lo cual evidencia que en el Gobierno del Cambio no se ha logrado reducir las violaciones de derechos humanos contra la población civil.
“Para junio, el Clan del Golfo tenía presencia en 392 municipios; el ELN, en 232; y los grupos “disidentes” de las FARC, en 299. Estas cifras representan un aumento de aproximadamente el 55 %, el 23 % y el 30 %, respectivamente, en comparación con 2022”, detalla el informe en su capítulo sobre Colombia.
En entrevista con 6AM de Caracol Radio, Goebertus manifestó que el país cerró el 2024 con un crecimiento del reclutamiento forzado a menores y del confinamiento masivo de poblaciones, “son datos que nos preocupan mucho y que empiezan a devolver al país a una época de mucho miedo de parte de las comunidades de sentirse desprotegidas por parte del Estado”.
A lo anterior se le suman las cifras de la Defensoría del Pueblo citadas en el informe, sobre los 159 casos de reclutamiento de menores en el primer semestre de 2024 y de las 71.000 personas que resultaron confinadas entre enero y julio en el país.
“Colombia viene de una tendencia histórica de los últimos 25 años más o menos, en donde venía una reducción de los principales indicadores de homicidios, desplazamientos y secuestros que avanza su fase de los indicadores más favorables durante el proceso de paz de La Habana bajo el gobierno Santos y que digamos, llega a sus mejores niveles en 2017. Para 2018, como todos conocemos, hay todo un proceso en donde la dejación de las armas por parte de las FARC no viene sucedida de un proceso de copamiento de esos espacios por parte de la fuerza pública, ni de la capacidad de administración de justicia y la provisión de servicios del Estado y, esos indicadores empiezan a repuntar. Desde entonces, más o menos, en 2018 indicadores de tasa homicidios, de secuestros, de extorsiones empiezan a subir esa tendencia hacia arriba, por supuesto nunca está igual a como estábamos en Colombia hace 20 años. Está lejos de los indicadores que ponían a Colombia en las peores tasas casos de homicidio de América Latina, pero es una tendencia negativa que se sostiene, que estuvo a lo largo de todo el gobierno Duque con indicadores de mejora y lo propio viene sucediendo bajo gobierno Petro”, indicó Goebertus.
Conforme a las declaraciones de la directora de HRW, la mayor preocupación de la oenegé sobre Colombia es que esa tendencia hacia arriba una pérdida de capacidad de la fuerza pública de hacer presencia en ciertos territorios para lograr avances significativos en el desmantelamiento de los grupos armados.
“Al ampliarse este control territorial lo que empiezan a generarse son procesos de gobernanza criminal en donde sea. Un grupo QUE controla puede decir, bueno, aquí hagámonos pasito para no alertar, para no generar más violencia que llamen a las autoridades y que genere ruido, pero eso no está protegiendo a las comunidades, lo que está es así dejándolas desprotegidas en gran medida a que este tipo de grupos siga creciendo", añadió.
Homicidios de líderes sociales
Human Rights Watch también documentó 186 alegaciones de homicidios de líderes sociales, un promedio de tres asesinatos por semana, entre enero y noviembre de 2024. Frente a esto, Goebertus comentó que los datos revelados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dan cuenta de una ligera reducción en 2024:
“Veníamos de 214 en 2023, entre enero y noviembre, para un dato de 186 líderes asesinados entre enero y noviembre de 2024. Es una reducción importante que nos parece, digamos, que hay que destacarla, que insisto en todo caso viene siendo una cifra muy alta en comparación con el resto de América Latina. Somos todavía el país con más homicidios de líderes sociales seguido por Honduras, pero que está lejos de las cifras que todavía tenemos en Colombia a pesar de la reducción".