Entre adversidades y violencia: Astrid Medina resurgió como caficultora y es de las mejores
A través de su proyecto, genera empleo y oportunidades para los habitantes de Planadas, muchos de ellos víctimas del conflicto armado.
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y de las favoritas de los colombianos, y no es para menos, pues es uno de los productos estrella. Ha sido un motor de desarrollo económico y social, moldeando las comunidades de numerosas regiones, donde han destacado personas como Astrid Medina, campesina y empresaria que ha sido víctima de conflicto armado.
Para Medina (@cafe_astrid_medina), el café es mucho más que un producto; es un símbolo de esperanza y progreso. “Trabajar con café de calidad me ha enseñado que Colombia es maravilloso y diverso”, afirmó a Caracol Radio. A través de su proyecto, ha logrado mejorar la calidad de vida de su familia y de sus trabajadores, demostrando que es posible construir un futuro próspero en el campo.
¿Por qué destaca como líder Astrid Medina?
En 2006, al heredar una pequeña parcela de sus padres, decidió emprender un nuevo camino. Con la pasión por el café heredada de su familia, comenzó a cultivar sus propios granos.
Es una caficultora de tercera generación que ha transformado el dolor de su pasado en una fuerza que impulsa el éxito. De Planadas, Tolima, una región marcada por la violencia en Colombia, Astrid ha logrado construir una marca de café, que lleva su nombre, es de especialidad y es reconocida a nivel mundial.
Su Finca Buena Vista produce microlotes de café de alta calidad, exportados a países como Japón, Estados Unidos y varios países europeos. Acaba de ganar en París la Medalla Gourmet en los premios de la Agencia de Valorización de Productos Agrícolas (AVPA), con una de las siete variedades de café especial que produce su finca.
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Sus aprendizajes como líder
Uno de los principales para la mujer “es poder tener calidad de vida y transmitir eso a la gente” que trabaja con ella. Su compromiso con la educación y el bienestar de su comunidad es evidente. Al ofrecer oportunidades laborales y fomentando la capacitación, ha demostrado que es posible transformar vidas a través del trabajo en equipo.
El perdón como camino hacia el éxito
Marcada por la violencia, Astrid ha encontrado en el perdón una herramienta poderosa para superar el dolor y construir un futuro mejor. A pesar de haber vivido una tragedia personal, ha sido capaz de dialogar con aquellos que le causaron daño.
“En mi proyecto tuve la oportunidad de trabajar con la Comisión de la Verdad porque estamos en el Sur del Tolima, muy afectado por el conflicto armando. Soy dueña de finca y creo empresa porque soy víctima, mi papá fue asesinado y soy la mayor de una familia”, comentó.
La mujer destacada en la industria del café aseguró que con su proyecto logró que todos sus hermanos estudiaran y se enfocaran. Aunque dos de ellos no creyeron en el proyecto, se unió con una hermana y salieron adelante.
“La mayor y la menor nos quedamos apasionadas con los que hacemos y creemos que no es salir corriendo, en todas partes hay problemas, pero debemos dar siempre lo mejor. He tenido la oportunidad de recibir personas de los grupos armados que quisa asesinaron a mi padre, perdonarlos y dialogar con ellos”, comentó.
La conclusión más importante en todo su proceso ha sido entender que “la vida está por encima de todo, que, sin importar las diferencias, todos tenemos la razón”, agregó.