Se duplica el ritmo del calentamiento global de los océanos desde el 2005
El informe sobre los océanos compartido por Copernicus es también parte de la Misión de la UE: Restaurar nuestros océanos y nuestras aguas. Iniciativa que se propone restaurar los cuerpos de agua para 2030.
El ritmo de calentamiento de los océanos se duplicó desde 2005 y más de una quinta parte de la superficie oceánica mundial sufrió una fuerte ola de calor en 2023, de acuerdo con el observatorio europeo Copernicus.
“El calentamiento del océano puede considerarse nuestra vigía del calentamiento global. No ha dejado de aumentar desde los años 1960. Y desde 2005 aproximadamente, el ritmo de calentamiento de los océanos se ha duplicado”, subrayó la oceanógrafa Karina Von Schuckmann, al presentar el 8º informe Copérnico sobre el estado de los océanos.
De acuerdo con el informe, los océanos se calientan 1,05 vatios por m2 desde 2005, frente a los 0,58 vatios por m2 en las décadas anteriores.
Esta investigación refuerza las conclusiones del Panel Intergubernamental de expertos sobre Cambio Climático, (IPCC), quienes en 2019 consideraron “probable” que el ritmo de calentamiento de los océanos se hubiera “más que duplicado desde 1993″.
Este aumento en la temperatura tiene repercusiones en “casi todos los aspectos del océano”, de acuerdo con el informe y afecta de varios procesos físicos “hasta los equilibrios biogeoquímicos y la biodiversidad y los ecosistemas marinos”.
Este calentamiento se explica porque, desde 1970, los océanos han absorbido “más del 90% del exceso de calor en el sistema climático”, causado por las emisiones masivas por los seres humanos de gases de efecto invernadero, según el IPCC.
Los océanos, que cubren el 70% de la superficie terrestre, son uno de los principales reguladores del clima en el planeta. Temperaturas más altas también dan paso a más huracanes y tormentas más violentas.
Este calentamiento también va acompañado de un aumento de las olas de calor en el mar.
En 2023, el 22% de los océanos del mundo experimentaron al menos una ola de calor grave o extrema.
Afectaciones en la pesca
Las olas de calor marinas se extienden a zonas más amplias y tienden a durar más tiempo: la duración media máxima anual se ha duplicado, de 20 a 40 días, desde 2008.
En el noreste del mar de Barents, en el océano Ártico, “el fondo parece haber entrado en un estado de ola de calor marina permanente”, según un estudio citado por Von Schuckmann.
Y en agosto de 2022 se registró una temperatura récord de 29,2°C en las aguas costeras de las Islas Baleares, “la temperatura regional más alta de las aguas superficiales en cuarenta años”, señala también el informe.
Los episodios de canícula marina pueden provocar migraciones y mortalidad masiva de especies, degradar los ecosistemas y reducir la capacidad de las capas oceánicas para mezclarse entre el fondo y la superficie, dificultando así la distribución de nutrientes.
También pueden “tener implicaciones para la productividad de los peces”, lo que repercute en la pesca, señaló Von Schuckmann.
El informe también indica que la acidez de los océanos, que absorbe una cuarta parte del CO2 emitido por las actividades humanas, ha aumentado un 30% desde 1985.
Por encima de un determinado umbral, la acidez del agua de mar se vuelve corrosiva para los esqueletos y conchas de corales, mejillones, ostras, etcétera.
Es probable que este umbral, considerado un “límite planetario”, se supere “en un futuro próximo”, según un informe publicado la semana pasada por el Instituto de Potsdam para la investigación del impacto climático (PIK).
De manera que el informe de Copernicus señala que estas alertas tempranas “permiten a las industrias azules como la acuicultura y la pesca elaborar planes de contingencia, al tiempo que apoyan los esfuerzos de conservación”.