La Secretaría de Salud de Soledad, Atlántico, señaló que, en la noche de este miércoles por los bloqueos por los daños que dejó el vendaval como la falta de fluido eléctrico en diferentes puntos del municipio y Barranquilla, se presentó una “obstrucción” de paso a una ambulancia que se dirigía a recoger a un niño de dos años, quien se encontraba en el Hospital Juan Dominguero Romero.

Ha señalado el secretario, Edison Barrera, que el pequeño accidentalmente había caído a una alberca y posteriormente aspirado agua que se alojó en sus pulmones, por lo que se encontraba intubado, y necesitaba ser trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos de otro centro asistencial, pero la ambulancia se demoró dos horas por las protestas en la vía.

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“Hubo obstrucción por parte de personas que estaban protestando por afectaciones del vendaval del pasado lunes y hubo la necesidad de buscar la intervención de las autoridades para que permitiera la apertura de los espacios bloqueados y así hacer llegar la ambulancia. Cuando la ambulancia llega, dos horas después, hubo que buscar escolta policial, teniendo en cuenta que el niño estaba con un ventilador portátil y no podíamos poner en riesgo la vida de este paciente”, dijo el funcionario.

Barrera agregó que gracias a la ayuda de la Policía pudieron llevar al niño a una institución de mayor complejidad, donde está siendo tratado en estos momentos.

“Hacemos un llamado al respeto a la misión médica, aunque respetamos el derecho a la protesta, el derecho a la salud y a la vida está por encima de cualquier derecho, y por lo tanto deben respetarse los pasos de las ambulancias que lleven pacientes en cualquier momento y en cualquier parte del territorio”, concluyó el secretario de Salud municipal.

Pérdidas económicas en tiendas

A raíz de los bloqueos que se vienen registrando en Barranquilla y su área metropolitana por la falta energía en algunos sectores, los tenderos han reportado pérdidas económicas. Por ejemplo, en una tienda, ubicada en el barrio Santo Domingo, ya hay una afectación en las ventas de casi $2 millones, por no contar con el servicio público domiciliario.

Fabian Zabala Narváez, propietario, indicó que han tenido que fiar a sus clientes para que los alimentos no se pierdan por falta de refrigeración. “La mantequilla se derritió, el salchichón, cerdo, carne, todo eso se ha dañado. Hemos enviado los productos a donde los vecinos”.

Por su parte, Diana Solano, dueña de un negocio de paletas en el barrio Boston, señaló que tiene pérdidas de hasta $4 millones. “Los negocios están cerrados, estamos padeciendo, entonces necesitamos una solución de la empresa Air-e, es imposible que no nos solucionen cuando los recibos llegan bien caros. Cuatro días sin energía eléctrica, eso es imposible”.

Igualmente, hay restaurantes en la ciudad que están reportando más pérdidas porque los alimentos se están dañando.

¿Qué dice la empresa Air-e?

Ramiro Castilla, gerente de Air-e en Atlántico, sostuvo que se sigue trabajando en la normalización del servicio, pero recordó que parte de estos daños se dieron por la fuerza de los vientos del vendaval que superaron los 69 kilómetros por hora y que la caída de varios árboles afectó sustancialmente en el servicio.

Manifestó que la empresa sigue trabajando para que haya una normalización al 100% del servicio.