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Arquidiócesis de Santafé de Antioquia pide avanzar en una formalización minera en Buriticá

Para iniciar una mesa de diálogo entre las partes involucradas, la iglesia católica del Occidente de Antioquia se ofrece como mediadora en dicha iniciativa para dirimir los conflictos y evitar que más personas pierdan la vida o queden lesionadas.

Foto Monseñor Hugo Torres y el Padre Henry Yoan David Úsuga sacerdote de la iglesia San Antonio de Buriticá- foto Arquidiócesis

Buriticá, Antioquia

Debido a todas las situaciones generadas en el municipio Buriticá entre mineros informales y la multinacional minera Zijin Continental Gold que generaron bloqueo de vías, quema de buses, confrontaciones armadas dentro de la mina y la denuncia de personas desaparecidas dentro de los socavones, la iglesia católica invitó a las partes a llegar a un consenso y, lo más importante, acelerar el proceso de formalización minera.

Para esto, convoca a las empresas formales, los mineros informales, la alcaldía y el Estado a adelantar esos diálogos que impiden que más personas pierdan la vida, queden heridas y se afecte el normal funcionamiento de la empresa Zijin. Para este efecto, la misma iglesia se ofrece como mediadora en ese proceso al que invita a los actores intervinientes.

“A todos los que participan en esos procesos de extracción del oro, al Estado con sus entidades reguladoras, para que se abra la mesa de diálogo que está buscando la formalización de los mineros, está buscando las condiciones más dignas para el ejercicio de la minería, de tal manera que no se exponga la vida de muchas personas, para que haya un trabajo digno, para que se evite y se supere la ilegalidad. La Iglesia Arquidiocesana ofrece sus buenos oficios para acompañar estos procesos de diálogo y de construcción del tejido social de la comunidad”, manifestó Monseñor Hugo Torres, Obispo de la Diócesis de Santafé de Antioquia.

La autoridad eclesiástica también lamentó algunas situaciones generadas en el conflicto por la extracción de oro en la subregión, como la desaparición de trabajadores. La confinación forzada de la población civil. El bloqueo de las vías nacionales y municipales. La exposición de viajeros y residentes a amenazas y actos vandálicos. La destrucción de propiedades privadas. El desacato a las autoridades establecidas.

Acto seguido, le envió un mensaje de solidaridad a las familias de los mineros que han desaparecido en los socavones “por las prácticas mineras irresponsables, destacando el impacto negativo en la salud, el trabajo y la tranquilidad de la población local”, agregó en un comunicado. También manifestó su apoyo a las empresas y entidades perjudicadas en sus operaciones y proyectos productivos por la situación.