¿Por qué el gobierno de Quintero deterioró la calidad de vida y la confianza en Medellín?
Medellín Cómo Vamos analizó el gobierno distrital de la capital de Antioquia en el periodo 2020-2023.
Medellín, Antioquia
El Informe de Calidad de Vida 2020-2023, de Medellín Cómo Vamos, analizó el presupuesto, los resultados administrativos, la gestión pública y sus consecuencias de lo actuado durante la administración de Daniel Quintero en la capital antioqueña.
Sobre los recursos que se asignaron durante el cuatrienio, según este estudio, ha sido el que tiene los mayores ingresos totales ejecutados en la historia de la ciudad, con 32.1 billones de pesos y también con las mayores transferencias que se lograron desde el grupo EPM, con 7.4 billones de pesos en valores reales para el año 2023.
El estudio contrasta las altas cifras y los buenos ingresos con la constancia en los niveles de inversión de los últimos tres cuatrienios, con una cifra de cerca de 26 billones de pesos, aunque indican que se disminuyeron los recursos para la población más pobre, debido a que hubo cambios importantes en la distribución por sectores y comunas.
Indica el informe que “la ciudad no experimentó un deterioro en sus ingresos, pero sí en su gestión, que se explica en parte por una alta rotación del personal administrativo, la destrucción de la colaboración del gobierno local con organizaciones no gubernamentales y empresariales, así como en la debilidad en el uso de evidencia para realizar diseños de política rigurosos”.
Concluye esta valoración de calidad de vida que en el anterior cuatrienio se perdió la confianza de la ciudadanía en la Alcaldía de Medellín y la mayoría de instituciones públicas del distrito.
Indican que “Según la Encuesta de Percepción Ciudadana 2023, realizada mientras Daniel Quintero aún era alcalde, solo un 24 por ciento de los ciudadanos expresaron confianza en su gobierno, el nivel más bajo registrado y significativamente inferior al segundo peor registro que era del 45 por ciento”.
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¿Qué indica el informe sobre la corrupción en la ciudad?
El análisis sobre la percepción ciudadana dice que es preocupante que el “70 por ciento de los ciudadanos percibió que la corrupción en Medellín había aumentado o se mantenía en los mismos niveles que el año anterior”.
Según Medellín Cómo Vamos, esa pérdida de confianza se suma a un notable incremento en la insatisfacción con la gestión de los recursos públicos. En la medición, ese ítem alcanzó un 23 por ciento de descontento en la población.
¿Afecta esa gestión a las entidades descentralizadas del gobierno de Medellín?
El informe indica que el declive no solo afecta a la administración distrital. Algunas de las entidades más representativas de esa zona del país, como EPM, el INDER y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, también ven deteriorada su tradicional imagen favorable y por ende se afecta la satisfacción con los servicios que cada una de ellas brindan.
Por institución se analizó el porcentaje de imagen favorable. El Inder por ejemplo, disminuyó del 96 por ciento al 77 por ciento en 2023. Durante ese año la satisfacción con la oferta deportiva pasó del 79 por ciento al 66 por ciento y el análisis indica que “esto se explica por una baja eficacia en el mantenimiento de la infraestructura deportiva. Para diciembre de 2023, la ejecución alcanzó solo el 64 por ciento, mientras que, en 2022, 2021 y 2020, los porcentajes fueron aún más bajos, con un 11 por ciento, 3 por ciento y 0 por ciento, respectivamente”.
¿Qué consecuencias sociales trae esa gestión?
“Para Medellín Cómo Vamos, las consecuencias sociales de la gestión pública duran más que un cuatrienio y los costos asociados superan los beneficios individuales que se persiguen bajo las prioridades políticas del momento”.
En el estudio realizado por esta entidad, entre los años 2020 y 2023 se evidenció un preocupante incremento en el número de hogares que experimentan dificultades para acceder a tres comidas diarias, “alcanzando el nivel más alto en los últimos 18 años, con un 28 por ciento de hogares afectados. Este fenómeno, que comenzó a agudizarse durante la pandemia, persistió a pesar de la reactivación económica de la ciudad”.
En el presente, la mitad de Medellín, quiere decir, el 50 por ciento de los hogares del distrito enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria, aumentó el riesgo de desnutrición crónica de menores de 5 años. En 2022, había más de 30 mil niños en riesgo, y para 2023 se confirmaron alrededor de 9 mil casos, mostrando la tasa más alta en los últimos doce años, una inadecuada gestión pública para mitigar las consecuencias de la pandemia irreversibles y pueden afectar el desarrollo físico, cognitivo y emocional de las personas a lo largo de sus vidas.
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¿Hay retroceso social?
Es lo que dice este informe de Medellín Cómo Vamos evidenciado en los índices de pobreza multidimensional, alcanzando un 13,8 por ciento en los corregimientos y un 12 por ciento en las zonas urbanas en 2023, cifras equiparables a las de 2018.
Además, se registró un aumento en el número de personas en pobreza extrema entre 2021 y 2022 a pesar de la recuperación económica.
En los lineamientos educativos, dice este análisis que en 2022 se observó la tasa de deserción escolar más alta en los últimos 12 años; y el porcentaje de instituciones educativas clasificadas como C y D en el lcfes aumentó del 37 por ciento al 55 por ciento. Mientras esto sucedía, la Alcaldía se concentró en repartir computadores a los estudiantes, que hoy algunos de ellos se encuentran sin poder usarse o comercializados en prenderías de la ciudad, como lo denunció Caracol Radio.
Medellín Cómo Vamos hizo un llamado a la Administración Distrital para que trabaje por un modelo de ciudad a que asegure el bienestar de la ciudadanía y de esa manera podría recuperar la confianza en su gestión.