Misterios y creencias

Evangelio y lecturas del día hoy 15 de mayo: Reflexiones del Papa Francisco

“El amor cristiano abraza lo que no es amable, ofrece el perdón: ¿cuánto amor se necesita para perdonar?”, esta es la reflexión que trae el sumo pontífice para este miércoles, se la explicamos aquí.

Papa Francisco rezando / Persona rezando con la biblia (Getty Images)

Papa Francisco rezando / Persona rezando con la biblia (Getty Images)

Cada mañana, el Papa Francisco hace una reflexión corta sobre la palabra de Dios. Esta semana, el mensaje se ha centrado en las virtudes teologales, tales como la fe, la esperanza y la caridad. A continuación, le presentamos la palabra y reflexión del día hecha por el sumo pontífice y la lectura que corresponde para este miércoles, 15 de mayo.

Lectura de este 15 de mayo

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El evangelio de hoy corresponde a la lectura del libro de Hechos de los apóstoles, Hechos 20, 20-38. En este apartado, se dice:

“En aquellos días, Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso: “Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió con la sangre de su Hijo”.

“Yo sé que después de mi partida, se introducirán entre ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño y sé que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí. Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años, ni de día ni de noche he dejado de aconsejar, con lágrimas en los ojos, a cada uno de ustedes”.

“Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la herencia prometida. Yo no he codiciado ni el oro ni la plata ni la ropa de nadie. Bien saben que cuanto he necesitado para mí y para mis compañeros, lo he ganado con mis manos. Siempre he mostrado que hay que trabajar así, para ayudar como se debe a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”.

“Dicho esto, se arrodilló para orar con todos ellos. Todos se pusieron a llorar y abrazaban y besaban a Pablo, afligidos, sobre todo, porque les había dicho que no lo volverían a ver. Y todos lo acompañaron hasta el barco”.

Reflexión del Papa Francisco para este miércoles

Durante la Audiencia General, el tema de la caridad fue el asunto central en el discurso de hoy del sumo pontífice. Según explicó, la caridad es la tercera virtud teologal y dijo: “Pensar en la caridad ensancha inmediatamente el corazón y la mente”.

En estas palabras, el amor se revela como una virtud teologal y toma el nombre de caridad. El Papa señala que el amor ha sido una virtud muy mencionada, especialmente en los últimos años, tanto por influenciadores como por artistas que la ponen de musa en sus composiciones, pero, ¿qué es el amor? Para responder esta pregunta, Pablo seña que: “no es el amor que sube, sino el que baja. No es el que quita, es el que da. No es el que aparece, sino el que está oculto”.

En este mismo sentido, el Papa se dirige a la etimología de amor y encuentra la palabra ágape, que usualmente se traduce por amor, porque: “en realidad, los cristianos son capaces de todos los amores del mundo, ellos se enamoran, también experimentan la bondad en la amistad, encuentran amor en la patria y el amor universal a la humanidad”.

Pero hay un amor más grande, que viene de Dios y se dirige hacia él. Según el Papá, este empuja a los creyentes hacia él, los impulsa a ser amigos de él y, de igual forma, los empuja a amar al prójimo como Dios los ama. Este amor, por causa de Cristo, nos lleva a donde humanamente no iríamos, es amor por los pobres, por lo que no es amado, por los que no nos quieren bien y no son agradecidos. Es amor por lo que nadie amaría, incluso por el enemigo.

Muchos cuestionan la idea de amar el enemigo, señalando que es difícil amar a alguien del que posiblemente no se recibirá más que posible daño. Ante este cuestionamiento, el Papa recuerda que se debe amar a sus enemigos, obrar bien y prestar sin esperar nada, pues por ello, se recibirá una gran recompensa y serán hijos del santísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Este amor destaca el Papa, no es fácil de entregar, va en contra de la naturaleza. Pero afirma que: “es justamente este el amor cristiano, ese que abraza lo que no es amable, ofrece el perdón: ¿cuán difícil es perdonar? ¿Cuánto amor se necesita para perdonar?”, señaló.

Destaca que muchas personas se han acostumbrado a que la respuesta a un insulto o una maldición debe ser otro insulto o maldición. Pero con este amor, que a veces parece imposible, es con el que se debe responder. “Aunque puede parecer un camino estrecho, es esta la puerta por la que debemos pasar para entrar al reino de Dios”, afirma el Papa.

El Papa explica que es este amor, difícil y complejo, el que será determinante en el atardecer de la vida, pues “no seremos al final juzgado por el amor genérico, sino por la caridad, por el amor que hemos tenido en concreto”, señaló.

Finalmente, concluye citando a Jesús:“Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”, Mateo 25,40.

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