Turquía despliega 42.000 policías para frenar la marcha del Día del Trabajo
El gobierno busca evitar el ingreso de miles de personas a la plaza central de Estambul. La oposición acusó a las autoridades de tratar a los manifestantes como terroristas.
El gobierno de Turquía desplegó unos 42.000 agentes de la policía para bloquear los accesos a la histórica plaza Taksim de Estambul para impedir la llegada de miles de personas con motivo de Primero de Mayo.
Decenas de personas que intentaban llegar a Taksim fueron detenidas por la policía, que las esposó por la espalda, informaron emisores de noticias turcas como Halk TV, que habla de 150 personas detenidas.
En Fatih, la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a grupos de manifestantes, informa la emisora NTV.
Decenas de miles de personas que querían marchar esta mañana desde diferentes distritos de Estambul hacia Taksim empezaron a reunirse en la plaza Sarachane, considerada otro espacio simbólico al celebrarse allí la primera gran concentración del Primero de Mayo en 1961.
Oposición critica la decisión
Özgur Özel, líder del principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, también se unió a los manifestantes, junto con el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, miembros de sindicatos, asociaciones profesionales, partidos de izquierda, además del CHP y diversos grupos cívicos.
En declaraciones a la prensa, Özel dijo ante los agentes que las personas concentradas hoy “no son terroristas ni grupos marginales”, sino ciudadanos que defienden sus derechos laborales e instó a los policías a no hacer daño a la gente usando una orden ilegal del Gobierno.
El Tribunal Constitucional de Turquía dictaminó en diciembre pasado que no se puede prohibir la concentración en la plaza Taksim con motivo del Primero de Mayo.
La Corte argumentó que Taksim tiene un significado simbólico y es el espacio de la memoria común de los trabajadores y consideró como “constitucionalmente inaceptable” prohibir manifestarse allí.
Advertencia gubernamental
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, declaró anoche que Taksim no era un lugar de reunión e instó a sindicatos y partidos políticos “a mantenerse alejados de acciones que pudieran dañar la atmósfera del Primero de Mayo”.
“No debemos proporcionar una plataforma a las organizaciones terroristas que pretenden explotar el Primero de Mayo con llamamientos diarios para convertirlo en una herramienta de propaganda”, dijo Erdogan.
En otras ciudades de Turquía, como Ankara, Esmirna, Adana o Diyarbakir, las marchas del Primero de Mayo se desarrollaron hoy sin incidentes, aunque muchos manifestantes gritaron lemas de solidaridad como “Taksim está en todas partes, en todas partes es Primero de Mayo”.
El espacio acordonado en Estambul abarca un área de casi 15 kilómetros cuadrados de varios barrios céntricos de la ciudad, como Beyoglu, Besiktas y Sisli, con medio millón de habitantes.
En este área, con un radio de unos tres kilómetros a partir de Taksim, no se permitía desde primera hora de la mañana ningún tipo de tráfico, no circulan autobuses, taxis ni otros medios de transporte público.
Medidas de seguridad
Hay barreras cada pocos cientos de metros donde la policía controla bolsos y equipajes de todas las personas que caminen en dirección a Taksim, aunque un reducido grupo de delegados sindicales obtuvo permiso de colocar flores en Taksim, entre una fuerte vigilancia policial.
También se interrumpieron los servicios de ferry desde el lado asiático hacia el europeo, donde se halla Taksim, y también se han aplicado restricciones de metro y tranvía en la parte histórica de Fatih y el Cuerno de Oro.
Si bien el Gobierno impide desde 2013 las celebraciones sindicales en Taksim, nunca antes se había acordonado un área de estas dimensiones, que paraliza prácticamente todo el centro de Estambul, que parece hoy una ciudad bajo ley marcial.