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Sitios de diversión, el dolor de cabeza en zonas residenciales de Pasto

“Pese a órdenes judiciales no se está cumpliendo, hay total indiferencia para hacer cumplir la ley”

Albenis Ramos, presidente Veeduría Ciudadana Barrios Aliados

Albenis Ramos, presidente Veeduría Ciudadana Barrios Aliados

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Pasto-Nariño

En un verdadero drama se ha convertido la convivencia en varios barrios de la ciudad de Pasto especialmente en el sector de las Cuadras y la Avenida los Estudiantes entre otros en donde proliferan establecimientos de diversión que generan perturbaciones constantes como exceso de ruido, riñas, invasión de espacio público e inseguridad.

El pasado 21 de septiembre en concordancia con una acción judicial interpuesta por los habitantes de los barrios las Cuadras y el parque infantil, el Juzgado noveno administrativo emitió órdenes expresas para devolver la tranquilidad pero estas no se están cumpliendo y hay indiferencia total de la administración aseguró en Caracol Radio Albenis Ramos, presidente de la Veeduría de Barrios Aliados, creada recientemente para exigir el cumplimiento de los derechos constitucionales de los ciudadanos al buen goce y a la tranquilidad.

Según Ramos, de manera desordenada se sigue habilitando negocios bajo la figura de gastrobares que no cumplen requisitos para evitar contaminación acústica, sin parqueaderos. “Se montan bares y discotecas en garajes, en antejardines, que no tienen la debida adecuación”

Asegura que los operativos son insuficientes, puesto que además no se profieren sanciones a quienes incumplen la norma.

El presidente de la veeduría indicó que esta se creó para para el control y vigilancia en la defensa de los intereses colectivos y derechos fundamentales comprometidos en el Ordenamiento Territorial de la Ciudad de Pasto.

“Las autoridades están permitiendo la generación de una nueva mala cultura, de convertir indiscriminadamente calles, andenes, espacios públicos de los barrios residenciales en sitios de recreación masivas, que terminan siendo focos de atracción delincuencial y, como si fuera poco, complementando el desorden de cuidad, ya que Pasto se muestra como una plaza de mercado abierta”

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