Testigos señalan de ‘infiltrado’ a soldado que perpetró masacre en batallón
Según los audios que conoció Caracol Radio, el soldado Orozco habría engañado a la unidad, que después de los homicidios, fue hostigada.
Bogotá D.C.
Un soldado de 19 años cometió una masacre en un batallón del Ejército Nacional en Putumayo. Fueron asesinados un capitán, un sargento y en las últimas horas, por la gravedad de las heridas, falleció en un centro médico otro uniformado. Audios de los testigos, conocidos por Caracol Radio, darían indicios de que sería un infiltrado de la estructura ‘Carolina Ramírez’, del Estado Mayor Central de las disidencias FARC.
Alexander Orozco tiene 19 años. Es oriundo de Cajibío, Cauca, y llevaba siete meses prestando servicio militar. Ingresó en el tercer contingente del 2023. En la noche del pasado lunes 27 de febrero, cometió una masacre en el batallón de Selva No. 49, ubicado en La Tagua, Putumayo.
Esta es una versión que manejan las autoridades, de acuerdo con los relatos de los uniformados de ese batallón militar. Al parecer, Orozco dejó abandonado su puesto de centinela y habría hecho un supuesto montaje de que la unidad estaba haciendo atacada.
Su primera víctima fue el capitán Juan Pablo Herrera Mazo. “Después de que hizo los disparos, claro, mi capitán se volteó a pasar revista. Cuando mi capitán fue, el man ya lo estaba esperando. Le pegó un tiro en la cabeza”, indicó uno de los testigos.
Luego, Orozco siguió disparando contra todo lo que se le encontrara en el camino. En ese momento, el sargento Carlos Rojas cayó en la trampa y también fue asesinado. “Llegó a la guardia y pues mi sargento no sabía que él (Orozco) era quien estaba haciendo los disparos y que había matado al capitán. Cuando mi sargento dio la vuelta, le dispara por la espalda. Le mete tres tiros”, relató el testigo.
Este uniformado narró que se salvó de la masacre de milagro. Según dijo en el audio, que está en poder de las autoridades, el soldado sería un infiltrado de los grupos armados, especialmente de las disidencias FARC que delinquen en la zona.
“En la parte de afuera tenía dos más y al otro lado del río también estaba resto de gente del mancito”, manifestó. De hecho, después de la masacre, se reportó un hostigamiento de la estructura ‘Carolina Ramírez’, del otro lado del río Caquetá.
“Agradeciendo que el man no encontró a mi mayor. El coronel no estaba tampoco, porque el man estaba de centinela y, como estaba todo coordinado, se metió al casino de oficiales. Me imaginó que el primer oficial que encontró fue a mi capitán”, señaló otro testigo, quien aseguró que había momentos de confusión en el batallón.
Hace instantes murió Yoandris Mejía Mejía, uno de los soldados que había resultado herido en el ataque armado. Había recibido un disparo en el abdomen. Otro uniformado que recibió una bala en una pierna está recuperándose en un centro médico del Caquetá.