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Las verdades y mitos sobre los pinos y eucaliptos en los incendios forestales

Fedemaderas hace un llamado de no fogatas, no quema de basuras, no arrojar desperdicios

Las verdades y mitos sobre los pinos y eucaliptos en los incendios forestales

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Bosque de eucaliptos - Getty Images

El Director Ejecutivo Fedemaderas, Juan Miguel Vásquez, despejó las dudas en diálogo con Planeta Caracol sobre las verdades y los mitos en torno a los pinos y eucaliptos que han sido señalados como responsables de los incendios forestales en zonas como los cerros Orientales de Bogotá.

Manifestó con argumentos que los pinos y eucaliptos son especies introducidas, no invasoras. Una especie introducida es aquella no originaria de un ecosistema, transportada a nuevo ambiente. Una especie establecida o naturalizada es aquella que, luego de introducida, no produce un cambio en el ecosistema o no crece su población descontroladamente. Una especie invasora es la que introducida, al multiplicarse genera daños en ecosistema.

Juan Miguel Vásquez señaló que el fuego no es un agente natural en gran mayoría de nuestros ecosistemas, por lo que la ignición está relacionada con acciones del hombre. El material combustible disponible en aire y en el piso de un bosque son una función de la productividad de biomasa del ecosistema y no de la especie, lo que a su vez una función de las condiciones climáticas y edáficas del sitio. Por ende, tanto bosques plantados como bosques naturales producen gran cantidad de biomasa.

Recordó que los pinos y eucaliptos no erosionan el suelo ni afectan los cuerpos de agua, según investigaciones científicas. y afectan los cuerpos de agua. Estas especies capturan CO2, contribuye a la restauración de ecosistemas y a la conservación de biodiversidad (incluyendo cuidado de cuerpos hídricos) y disminuye la presión al bosque natural coadyudando así a su conservación.

Juan Miguel Vásquez señaló que la economía forestal en el país se provee de los productos maderables y no maderables que provienen del manejo sostenible de los bosques naturales y de los cultivos de plantaciones forestales comerciales, así como de los servicios ecosistémicos de estos dos. Junto con la transformación de madera, la red sectorial aporta un 0,9 % al PIB.

El mercado nacional es de 6 millones de m³, pero la producción nacional solo abastece el 50 %, existiendo 370 mil hectáreas de pinos, eucaliptos y acacias para abastecer el 70 % de la madera reforestada nacional. La captura de CO2, los empleos que allí se generan y otra cantidad de externalidades positivas de estas plantaciones generan la reflexión sobre el hilo delgado, que a partir de una correcta información, evite la generalización y satanización al ser también especies predominantes en lugares como los cerros orientales de Bogotá, eso sí mal gestionadas.

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