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¿Se agotó la negociación como mecanismo para definir el salario mínimo?

Panelistas consideran que el proceso deja por fuera elementos como informalidad, las diferencias de costo de vida entre ciudades y que se debe abrir la discusión al pago por horas

¿Se agotó la negociación como mecanismo para definir el salario mínimo?

En Hora20 una mirada a los últimos hechos económicos en el país. Se analizaron las negociaciones para lograr un aumento del salario mínimo concertado, las apuestas que hacen los distintos sectores y la cifra real que se necesita. Se debatió sobre mercado laboral, los retos que enfrenta y el impacto real que tiene el mínimo en las condiciones laborales de los colombianos. Hablamos del significado económico de los resultados de las pruebas Pisa que se conocieron este martes. Por último, las preocupaciones del comité de la regla fiscal para el 2024.

El fin de año siempre viene acompañado con la gran discusión de cuál será el aumento en el salario mínimo que recibe un reducido sector de la población, pues según el Dane el mínimo llega solo a 2,6 millones de trabajadores, mientras que más de 10,3 reciben menos del salario mínimo. La productividad, que ha caído en su totalidad 1% en el primer trimestre y solo ha crecido 0,76% en hora trabajada; la inflación que hasta el mes pasado estaba en el 10,4% y el PIB que para el tercer trimestre tuvo una contracción del 0,3% son los datos sobre los cuales debería salir el aumento del salario para el 2024, el cual, por ley debería estar al menos por encima de la inflación registrada este año que termina. En la reunión de este lunes no hubo acuerdo total sobre cuál será la cifra de productividad sobre la cual se va a calcular el aumento del salario, pues centrales obreras piden que sea sobre el dato de hora trabajada y no sobre el total de los factores. El próximo 12 las tres partes sentadas en la mesa: gobierno, centrales obreras y empresarios llegarán con su propuesta de incremento.

Este año la discusión del salario tiene como telón de fondo el debate de la reforma laboral, que justo este martes fue programada para debatir esta o la próxima semana, una reforma que según los empresarios traería sí o sí un aumento en los costos laborales. Este escenario se suma entonces a un momento en el que la economía no crece, el desempleo sí envía señales de reducción, pero la inflación se mantiene sin caídas considerables. Este panorama implicaría tomar una decisión que no lleve a grandes incrementos que afecten el ecosistema empresarial, ni a reducidos aumentos que no reconozcan la capacidad de gasto de los trabajadores. Por otro lado, está el rol que tiene el incremento del salario mínimo en la indexación de otros bienes como colegios, comparendos, cotización en salud o vivienda, un cambio que impulsó el gobierno desde el año pasado, pero que se busca consolidar al cierre del 2023.

Lo que dicen los panelistas

Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia y exviceministro de Defensa, resaltó que, en la mesa de concertación de la que hace parte, se han abordado temas como el mercado laboral, las preocupaciones del sistema, pero que al tiempo se aborda lo que obliga la ley como productividad e inflación. En ese sentido, dijo que las centrales obreras piden que se mida la productividad a partir de dato que se da por horas, “entonces por qué se niegan a contratación por horas que es algo que se pide, en la ruralidad se necesita; todo se conecta porque más allá de que asumamos que el gobierno determina el mínimo por decreto, mientras no haya reforma que incentive contratación, esto le llega a muy poca gente y no se resuelven problemas de fondo”.

Para Mauricio Olivera, vicerrector de la Universidad de los Andes, expresidente de Colpensiones y columnista, estamos en un mundo inflacionario, “llevábamos negociaciones en la mesa de concertación con un mundo no inflacionario donde las discusiones eran la marca, pero acá el tema de costos de salario mínimo, más el costo que traiga la reforma, eso es fuerte, la contrapartida de costos es productividad, un empresario contrata alguien no porque es más barato o caro, sino porque le sirve y ahí nos tenemos que mover más allá de la reforma”. Con lo cual, señaló que es importante revisar la forma en que se negocia el mínimo, “está bien la mesa de concertación, que están empresarios y centrales obreras donde están formales, pero los informales quedan por fuera, los desempleados por fuera”.

También manifestó que una cosa es cuánto se paga y otra el tiempo que se trabaja, “es pensar en semanas, días, horas, las formas de producción del mundo son diferentes y ahora es importante que la legislación laboral se adapte”.

Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo y exdirector de Planeación Nacional, resaltó que cuando se aumenta el mínimo, reconozco el poder de compra y mejoro capacidad de gasto, pero cuando aumento mucho y muy por encima, hay presiones inflacionarias, “a diferencia de años anteriores en 2021 y 2022 donde hubo espacio político y económico, la economía crecía en ese momento más de 10%, hoy el contexto es otro porque tenemos inflación alta que podrá cerrar en 9,6% y una economía en franca desaceleración, estimativo es 1,2% de crecimiento y dos meses consecutivos en aumento de desempleo”.

Explicó que uno de los temas complicados del mínimo es que se aplica en todas las zonas del país, en las distintas actividades y por otro lado, la informalidad es muy alta, lo que requiere el país es ajustes al funcionamiento, es reconocer heterogeneidad, toda la gente no se ganan ni el mínimo, ese precio que define mínimo para todo departamento, todas actividades es algo que toca pensar hacia adelante”, además, dijo que hay una rigidez en la contribución a seguridad social.

Para Juana Téllez, economista jefe del BBVA Research para Colombia, sí debemos cambiar la discusión este año, “normalmente son los mismos temas para analizar el aumento, es el momento de pensar que estamos en desaceleración económica, inflación que dependiendo de la estimación estará por el 5%; sobre eso se debe pensar en mínimo”.

También dijo que es clave modificar el mercado laboral, “pero estamos en un momento de tomar decisiones de corto plazo y la decisión sobre salario mínimo es importante por lo que viene y si nos equivocamos en sectores como mipymes puede llevar aumento de informalidad”.