Clan del Golfo ha ganado al menos USD 50 millones por crisis migratoria en el Darién: HRW

La crisis migratoria en el Tapón del Darién no da tregua. Cada día aumentan las cifras de personas que tratan de cruzar la frontera espesa entre Colombia y Panamá para buscar asilo y mejores oportunidades de vida en Estados Unidos.

Esta situación de crisis sostenida se ha agravado cada vez más durante los últimos años. Por esta razón, organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han puesto la lupa en lo que sucede. También sobre la acción de los gobiernos implicados en la situación humanitaria.

El subdirector para la División de las Américas de HRW, Juan Pappier, habló en 6AM Hoy por Hoy sobre el último informe publicado por la organización, en el que analizan el efecto de la política migratoria de Estados Unidos sobre la crisis del Darién.

“El flujo ha aumentado debido a políticas migratorias fallidas que promueve Estados Unidos, que aspiran al resultado de poner la población en riesgo y empoderar a esta organización criminal”, aseguró Pappier.

A las políticas fallidas para manejar la migración y la crisis humanitaria que se ha configurado en torno a este fenómeno, se suma la grave situación de orden público por la incidencia de grupos armados en la frontera colombiana.

Las ganancias del Clan del Golfo

El funcionario de HRW señaló que en la región del Darién se ha configurado todo un ecosistema del crimen en torno a los migrantes que llegan no solo de países como Ecuador y Venezuela, sino también procedentes de África y Asia.

El Clan del Golfo, una de las estructuras armadas con mayor influencia en el país, tiene bajo su dominio el tránsito de los migrantes y las transacciones económicas ilegales que lo han convertido en negocio.

Aseguró que, según investigaciones realizadas por el Ministerio de Defensa de Colombia, las ganancias del Clan del Golfo en dólares por controlar el tránsito de migrantes alcanzan altas cifras.

“El Clan del Golfo obtiene en promedio 125 dólares por migrante que cruza el Tapón del Darién. Eso quiere decir que este año habría logrado hacerse con más de 50 millones de dólares, gracias a que controla el flujo migratorio”, señaló.

También aseguró que hay tanta responsabilidad del Gobierno colombiano, como de Estados Unidos y Panamá, que hacen parte del corredor de la crisis.

Sin embargo, en el caso colombiano hay dificultades de parte del Estado para el reconocimiento y atención a la situación, sobre todo por la ausencia de entidades gubernamentales en el paso migratorio.

“Es crucial entender que Colombia no puede normalizar que tiene una organización criminal controlándole una parte de sus fronteras, de sus territorios”, aseveró.

Esto sumado a que el proyecto de la paz total, en el que están incluidas organizaciones como el propio ELN, no debería tolerar que la dinámica migratoria se convierta en una actividad lucrativa y de financiación de la violencia.

“En el Urabá el que manda es el Clan del Golfo. Hay un Estado muy limitado, cooptado por la corrupción y las amenazas. No es el Estado el que manda hoy en esta zona”, expresó.

El informe lanzado por HRW este 9 de noviembre es el primero de una serie de investigaciones sobre el comportamiento de la migración por el Tapón del Darién.

El primer documento aborda de forma puntual las políticas migratorias de Estados Unidos. La segunda parte del estudio expondrá las fallas de Colombia y Panamá en cuando a la gestión de la situación.

El Tapón del Darién es una región de selva espesa y peligrosa. No solo por los factores ambientales y los riesgos del ecosistema, sino también por la acción de los grupos armados.

“Del lado colombiano, el Clan del Golfo regula las rutas, decide por dónde se puede pasar y por dónde no, extorsiona a todo el mundo y establece las reglas en esa zona del Urabá colombiano”, señaló Pappier.

“Del lado panameño, unas bandas de criminales que roban y abusan sexualmente, violan a las mujeres que cruzan el Tapón del Darién”, agregó.

Difícil conversación diplomática

A la acción de los grupos armados y la configuración del tráfico de migrantes, se suman las dificultades para que Estados Unidos y Colombia puedan abordar diplomáticamente la situación.

Son las organizaciones humanitarias como HRW las que han tenido conversaciones a detalle con los actores internacionales para tomar cartas en el asunto.

En su caso, han conversado con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, la Casa Blanca y los congresistas demócratas y republicanos, para abordar la política migratoria. Avance que no ha sido tan evidente desde la gestión del Gobierno.

“Realmente hay una sensación de frustración porque la discusión sobre política migratoria está completamente empantanada en los Estados Unidos y porque notan dificultades para avanzar en la conversación sobre este tema con el Gobierno colombiano”, aseguró Pappier.

El objetivo del informe de HRW es abrir la puerta a una serie de recomendaciones concretas que ayuden a gestionar la crisis.

“Esa realidad es un reflejo de las falencias de nuestra región para enfrentar el desafío migratorio que tenemos hoy”, agregó el funcionario. Mientras tanto, otras organizaciones han hecho frente a la situación de derchos humano.

“Médicos Sin Fronteras hace un trabajo humanitario extraordinario en la región, ha asistido a casi mil víctimas de violencia sexual en los últimos dos años en el Tapón del Darién”.

El abuso sexual es una de las situaciones más recurrentes en el tránsito por la selva que conecta con Centroamérica y lleva a Estados Unidos.