Son trasladadas a Egipto las primeras personas heridas en Gaza
En la mañana de este 1 de noviembre se habilitó el paso humanitario a través de la frontera de Rafah, para agilizar la atención de víctimas de los ataques de Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Tras la insistencia del Gobierno israelí para que Egipto permitiera el paso de refugiados en la Franja de Gaza, a través del paso fronterizo de Rafah, empezó el traslado de heridos y extranjeros con doble nacionalidad.
En semanas anteriores se conoció que Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, solicitó apoyo a la Unión Europea para agilizar la decisión de Egipto sobre la recepción de refugiados de la guerra.
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Finalmente, este primero de noviembre salieron las primeras ambulancias con palestinos heridos de Gaza, que fueron trasladados a Egipto.
Mientras tanto, cientos de extranjeros esperan ser evacuados, después de que se abriera la frontera por primera vez desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás, el pasado 7 de octubre.
Los extranjeros fueron autorizados para entrar en el terminal del paso de Rafah en las primeras horas del día.
Esto, luego de que las autoridades anunciaran su apertura excepcional para permitir la salida de casi 90 heridos y unos 545 extranjeros. El tránsito se haría por el único puesto que no está controlado por Israel, ubicado al sur de Gaza.
Dos horas después de haber sido anunciada la decisión, las primeras ambulancias con heridos llegaron a Egipto, según una autoridad fronteriza.
“Estamos agotados. No podemos dormir ni comer”, contó a AFP Umm Yusef, un palestino con pasaporte egipcio que espera en Gaza.
Una fuente diplomática explicó que esta evacuación fue posible gracias a un acuerdo entre Egipto, Israel y Hamás, con la mediación de Catar y en coordinación con Estados Unidos.
Ataques sin tregua
Esta evacuación se da medio de un recrudecimiento de la crisis entre Israel y Hamás. Durante los últimos días la escalada de violencia ha dejado cerca de 9 mil muertos y más de 21 mil heridos.
La guerra se reactivó después de que el grupo islamista palestino Hamás hiciera un asalto en territorio israelí el pasado 7 de octubre, que dejó 1.400 muertos, en su mayoría civiles.
Además, los milicianos de Hamás tomaron como rehenes a 240 personas y las llevaron a Gaza, según las autoridades israelíes.
Las víctimas no solo fueron nacionales, sino también extranjeros residentes y que se encontraban de paso por el país.
En los bombardeos de retaliación israelíes han muerto más de 8.796 personas, según las autoridades de Salud de Hamás, que gobierna en Gaza desde 2007.
Bombas como terremotos
El martes 31 de octubre al anochecer, un bombardeo israelí contra el campamento de refugiados palestinos de Jabaliya, en Gaza, dejó al menos 47 muertos.
En la mañana del 1 de noviembre, Hamás afirmó que siete rehenes, incluyendo tres extranjeros, murieron en ese ataque.
Israel indicó que sus aviones de guerra golpearon un “un vasto complejo de túneles subterráneos”. El Ejército informó también que en el bombardeo abatieron a comandante de Hamás identificado como Ibrahim Biari.
El portavoz del ejército israelí, Jonathan Conricus afirmó que Biari fue “fundamental en la planificación y ejecución” del asalto del 7 de octubre.
Este ataque contra un asentamiento muy densamente poblado dejó un inmenso cráter y las inmediaciones quedaron cubiertas de polvo.
Una multitud se congregó para escarbar entre los bloques de cemento y el metal torcido para rescatar a posibles supervivientes.
Hasta la mañana del 1 de noviembre, al menos 47 cadáveres habían sido sacados de los escombros y colocados en el patio de un hospital.
Ragheb Aqal, un residente de 41 años, contó que la explosión fue como “un terremoto” y relató que dejó “casas sepultadas bajo los escombros y partes de personas regadas. Provocó un gran número de mártires y heridos”.
Preocupación en la comunidad internacional
En el norte de Gaza, los tanques israelíes continúan sus incursiones. Israel anunció este miércoles la muerte de nueve de sus soldados que participaron en los “encarnizados combates” con los milicianos de Hamás en la Franja.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió continuar la ofensiva “hasta la victoria”, pese a las “dolorosas pérdidas” en los combates en Gaza.
Netanyahu parece ignorar las presiones internacionales para un alto al fuego. Agencias humanitarias de la ONU afirman que el tiempo se agota para muchos de los 2,4 millones de habitantes de la Franja.
Desde el 9 de octubre, la zona se encuentra bajo el asedio de las partes enfrentadas, sin acceso a agua, comida, combustible ni medicinas.
Bolivia anunció el 31 de octubre la ruptura de sus relaciones con Israel, en protesta por los persistentes bombardeos contra Gaza. Los gobiernos de Colombia y Chile llamaron a consultas a sus embajadores en Tel Aviv.
Catar, un país fundamental en las negociaciones para liberar los rehenes de Hamás, advirtió que un aumento de los bombardeos puede “socavar la mediación y los esfuerzos para una desescalada”.
La guerra empeoró la situación en Cisjordania y más de 125 palestinos han muerto desde el 7 de octubre por disparos de soldados o de colonos israelíes allí, según el ministerio de Salud de la Autoridad Palestina que administra ese territorio.
Hutíes de Yemen entran al conflicto
La “nueva fase” de la guerra anunciada por Israel aumenta la preocupación de que haya una escalada regional.
Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron un ataque con drones contra Israel el 31 de octubre y el ejército israelí afirmó que interceptó un misil lanzado desde la región del mar Rojo.
Israel lanzó ataques en Siria y en la frontera con Líbano se multiplican los enfrentamientos con el grupo Hezbolá. Turquía e Irán propusieron una conferencia internacional para evitar una escalada regional.
“No queremos que la tragedia humana de Gaza se transforme en una guerra que afecte a los países de la región”, dijo el canciller turco, Hakan Fidan.