Papa Francisco dice que socorrer a los migrantes es “un deber de humanidad”
El papa Francisco llegó a Marsella para hablar sobre la situación de migrantes a nivel global, especialmente sobre los migrantes en el Mediterráneo.
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Papa Francisco . (Photo by Horacio Villalobos/Getty Images) / Horacio Villalobos
El papa Francisco llamó este viernes desde Marsella (sureste de Francia) a “socorrer” a los migrantes que arriesgan su vida en el mar, unas esperadas palabras para las asociaciones que los ayudan, en pleno debate en Europa sobre la acogida de refugiados.
“Deben ser socorridas las personas que, al ser abandonadas sobre las olas, corren el riesgo de ahogarse. Es un deber de humanidad, es un deber de civilización”, clamó el pontífice argentino, con el azul mar Mediterráneo y el atardecer de fondo.
A los pies de la basílica neobizantina de Nuestra Señora de la Guardia, coronada por una imponente estatua de la Virgen con el niño Jesús en brazos, depositó flores blancas y amarillas en homenaje a los desaparecidos en el mar.
“Son nombres y apellidos, son rostros e historias, son vidas rotas y sueños destrozados (...) Frente a semejante drama no sirven las palabras, sino los hechos”, subrayó poco antes ante líderes religiosos y miembros de asociaciones de ayudas a migrantes.
A estas últimas les dio las gracias por su trabajo, máxime cuando en ocasiones se les impide zarpar para realizar los rescates. “Son gestos de odio”, consideró.
- “Crueldad” -
Desde Venezuela a Centroamérica y México, pasando por Estados Unidos, África y Oriente Medio, los migrantes son una prioridad para Francisco, que suele expresar el dolor por las tragedias que sufren.
Su visita llega además días después que miles de migrantes llegaran a la isla de Lampedusa, lo que obligó a la Unión Europea (UE) a adoptar un plan para ayudar a Italia a gestionar esta ruta migratoria procedente del norte de África.
Preguntado por ello en el avión papal, Francisco, cuyo primer viaje como pontífice en 2013 fue a Lampedusa y visitó también centros de migrantes en Grecia, lamentó la “crueldad” y “falta de humanidad” que se vive en el Mediterráneo.
Este mar, que llamó “cementerio”, está considerado como la ruta más peligrosa del mundo.
Más de 28.000 migrantes han desaparecido en sus aguas desde 2014 al querer alcanzar Europa desde África, según la Organización Internacional para las Migraciones.
Boubacar (pseudónimo), que llegó a Marsella hace diez días, recuerda las dificultades que tuvo que atravesar antes de desembarcar en Lampedusa: “Pasamos 24 horas en el mar sin comer, sin beber, sin hacer nuestras necesidades”.
Y, ahora, este adolescente guineano vive en la calle, junto a una treintena de menores no acompañados.