Tome nota: esta es la forma correcta para protegerse de los rayos durante una tormenta eléctrica

¿Quién no siente algo de temor cuando se desata una tormenta con viento y descargas eléctricas? Es probable que la mayoría de las personas experimenten algo de miedo y son raros los casos en los que un rayo no hace temblar del susto, cuando choca el suelo como una cáscara de huevo que se rompe.

No en vano la organización de psicólogos españoles Cepsim documenta en uno de sus artículos sobre psicología que la astrafobia o brontofobia (fobia a los rayos y tormentas) es un problema que tiene incidencia del 21% en la población mundial.

Pero, ¿saben todas las personas de dónde vienen los rayos y cuál es la forma correcta para protegerse de ellos?

Tal vez no, por eso es usual que durante fuertes tormentas muchas personas resulten lesionadas o incluso pierdan la vida, pues no se resguardan de manera adecuada ante las descargas eléctricas.

¿De dónde vienen los rayos?

Los rayos, que suelen confundirse con los truenos y relámpagos, son descargas eléctricas de alta potencia que se presentan durante las lluvias fuertes.

Las corrientes eléctricas durante la lluvia calientan el aire y este expande con rapidez hasta provocar un rayo.

En muchas ocasiones pueden ocurrir también entre las nubes, pero durante la lluvia es habitual que el efecto que estas corrientes eléctricas vayan de las nubes hacia el suelo.

Este es el escenario que hace de los rayos un fenómeno natural peligroso para las personas.

Las descargas caen de forma vertical y siempre buscan los caminos más cortos para tener contacto con el suelo, como los árboles y los cuerpos, por ejemplo.

Según las cifras, cada año en el mundo pierden la vida entre 6 mil y 24 mil personas, víctimas de descargas eléctricas durante tormentas fuertes.

Sin embargo, este no es un fenómeno relacionado exclusivamente con las lluvias. Los meteorólogos aseguran que cada segundo caen entre cincuenta y cien rayos sobre la tierra.

Pero no todos los rayos son iguales. Existen cuatro tipos de descargas eléctricas, según los puntos de contacto en los que estas se originen:

• Rayos nube a nube: van de una nube a otra.
• Rayos intra-nube: se dan dentro de una misma nube con zonas de distinta carga eléctrica.
• Rayos nube-aire: descargas eléctricas que van hacia la estratosfera.
• Rayos nube-tierra: se producen desde una nube y van hacia el suelo, impactando sobre lo que encuentra en la tierra.

En Bogotá, según el IDEAM (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales), hay usualmente dos temporadas de lluvia con mayor tendencia a la incidencia de rayos.

La primera va desde finales del mes de marzo hasta principios de junio. La segunda inicia a finales de septiembre y se extiende hasta los primeros días de diciembre.

Tres cosas que no debe durante una tormenta eléctrica

Como ya se ha dicho, cuando se presenta un rayo de tipo nube-tierra, este busca el camino más corto y de menor resistencia eléctrica para tocar el suelo. Ponerse a salvo es la única opción. Pero, ¿dónde hacerlo?

Pues buen, muchas personas indican que ante las tormentas eléctricas se debe guardar la calma y no moverse del sitio en el que se está. Pero si usted se encuentra en el campo, esta no es una buena opción.

Al quedarse de pie en un espacio exterior, el rayo buscará su cuerpo como el medio de contacto más cercano para tocar la tierra. Esto además de que el cuerpo humano es un potencial conductor de energía.

Así que quedarse de pie en un sitio desprotegido para evitar peligros como los árboles no es una buena idea. El rayo podría impactarlo de manera directa e incluso causarle la muerte.

Muchas personas pensarán que si quedarse de pie es peligro, tumbarse en el suelo puede ser una buena opción.

Esto en parte es cierto, pues los rayos ya no buscarían el cuerpo como camino para llegar al suelo, sino que optarían por un objeto más cercano, como los árboles.

Sin embargo, luego de tener contacto con el suelo, la corriente eléctrica de los rayos se extiende sobre la superficie de la tierra.

Eso puede causar que la energía que permanece tras la caída del rayo lo alcance mientras está tumbado en el suelo y puede cobrarle la vida.

Otra opción que suele causar polémica sobre lo recomendable o no que puede ser, es protegerse debajo de un árbol.

Si bien el árbol sería el camino más corto para atraer los rayos y recibiría toda la descarga de la tormenta eléctrica, pueden suceder dos cosas desafortunadas.

La primera es una extensión de la corriente luego de que el rayo toque tierra, que afecte a quien se resguarda debajo del árbol. Un efecto similar al que produce la opción de tumbarse en el suelo.

La segunda es que por la fuerza de la descarga eléctrica el árbol se incendie, se parta en dos o se destroce. Allí el peligro radica en que una rama, por ejemplo, pueda caer y golpear con fuerza a quien se encuentra debajo del árbol y causarle graves afectaciones.

El truco infalible para protegerse de un rayo

El ingeniero y físico español Javier Santaolalla, famoso en redes sociales por sus videos sobre ciencia, explica en una de sus publicaciones por qué meterse dentro del carro cuando sucede una tormenta eléctrica en el campo, es la única forma de estar completamente a salvo.

Aunque todas las personas reconocen que los metales son el conductor de corriente por excelencia, Santaolalla reveló por qué estar dentro del carro puede hacer que las personas estén en nivel cero de riesgo ante tormentas eléctricas.

Pues bien, cuando un rayo se produce y cae sobre objetos como los automóviles, se produce una reacción que en la física es conocida como “efecto pelicular”.

Esto traduce que el choque del rayo se da directamente sobre la superficie del carro, que es el metal conductor.

Sin embargo, en el interior del automóvil, que sería el campo del objeto conductor de energía, se genera un fenómeno llamado “Jaula de Faraday”, que reduce la potencialidad de la descarga eléctrica dentro de carro a cero.

Para demostrar la confiabilidad de este truco para protegerse de las tormentas eléctricas, el físico puso como ejemplo lo que sucede con los aviones, que pese a cruzar el cielo aún en medio de la lluvia, rara vez sufren con gravedad por las descargas de las tormentas eléctricas.

Al ser un objeto de superficie metálica cuyo interior tiene su carga eléctrica reducida a cero, los aviones se convierten en espacios seguros, igual que los automóviles en la tierra.

Según datos estadísticos, un avión recibe el impacto de una descarga eléctrica cada mil horas de vuelo, sin mayores efectos o consecuencias.

En razón de esto, tenga en cuenta las recomendaciones si se ve sorprendido por una tormenta eléctrica en el campo o en un lugar exterior de alta peligrosidad (parques, plazas, entre otros).

Aléjese también de objetos peligrosos como los postes de energía, que pueden atraer los rayos o caer al suelo y causar accidentes.

En especial en este mes de septiembre, que aumenta la potencialidad de que se presenten tormentas eléctricas en Bogotá.