¿Qué pasaría si se extinguieran todos los gatos del mundo?
Aunque existen lugares en donde han sido extintos, los gatos cumplen una función muy importante en la estabilidad de la humanidad
Los gatos se han convertido en una de las mascotas preferidas de las personas. Aunque suelen tener comportamientos particulares y únicos, son animales muy queridos y admirados, sobre todo por su independencia, inteligencia, agilidad y sobre todo ternura.
A pesar de que es difícil identificar la población exacta de gatos en el mundo, el portal ‘WorldAtlas’, estimó que en 2018 habría entre 200 a 600 millones de estos mamíferos en el mundo. Sin embargo, de acuerdo con National Geographic, esta cifra ha venido aumentando y esto ha provocado impactos en la biodiversidad.
En una investigación realizada por el Instituto Smithsonian y el Servicio de pesca y vida silvestre en los Estados Unidos, se encontró que los gatos domésticos atacan entre mil millones y cuatro mil millones de aves al año. Esto mismo sucede con pequeños mamíferos, reptiles y anfibios, lo que deja entre 6,3 a 22,3 mil millones de estos animales muertos.
Ante estas cifras, algunos han creído que la mejor opción es acabar con estos animales. En Nueva Zelanda, por ejemplo, se reportó un concurso infantil para matar a los gatos. El argumento de los organizadores era por la amenaza que representaba este felino para el resto de biodiversidad.
Aunque puede parecer una idea que ayudaría a controlar el riesgo de extensión de las aves, la desaparición de los gatos en el mundo tiene graves consecuencias para la humanidad. A continuación le contamos lo que ocurriría si todos estos animales murieran.
Lugares donde los gatos fueron extintos
Existen diversas teorías y mitos que se han creado ardedor de esta hipótesis. En algún momento, se llegó a considerar que el origen de la peste negra fue una caza masiva de gatos, con el argumento de su relación con la brujería. Sin embargo, como lo explica el periodista Abel GM de National Geographic, solo se trató de un falso rumor.
Son pocas las investigaciones que se han realizado para identificar los impactos de un mundo sin gatos. En Nueva Zelanda ocurrió un evento particular. En 1970, en Little Barrier, una isla del país de Oceanía, se intentó implementar un plan para ‘acabar’ con todos los gatos. Estos animales no eran originarios del lugar, sino que llegaron como especie invasora, lo que generó impactos ambientales graves. Cientos de especies de aves y reptiles estuvieron en riesgo de desaparecer.
Como forma para controlar esta situación, se buscó extinguir a estos animales por completo. Esta acción llevó a que, en un principio, hubiese un aumento considerable de roedores, pues se estaba disminuyendo la población de sus principales cazadores. Sin embargo, la erradicación terminó en 1980 y, según se reporta, no se dieron mayores problemas por los ratones.
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Algo parecido ocurrió en la isla de Coronados, en el Golfo de California, en México. En 2006, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste y la Universidad de California hicieron un estudio para revisar los impactos que tendría la erradicación de gatos que se planeaba en 1999.
Los resultados arrojaron que, a corto plazo, sí se dio un aumento de la población de ratones en la isla; sin embargo, a largo plazo, las condiciones climáticas y la disponibilidad de alimento hizo que las cifras cambiaran.
Los impactos que dejaría la extinción de los gatos en el mundo
Aunque se tratan de casos reales, la desaparición de los gatos en estos lugares no tuvieron tanto impacto porque no eran especies originarias del lugar. Sin embargo, en otras partes del mundo, su desaparición representaría una importante transformación en la cadena de alimentación y el equilibrio de la naturaleza.
De acuerdo con Alan Beck, profesor de la Universidad Perdue, en Indiana: “todas las especies tienen un impacto”. En países donde el número de roedores es grande, los gatos cumplen una gran función de contrapeso. En Nueva York, por ejemplo, los gatos callejeros ayudan a controlar las plagas de roedores que a veces ataca la ciudad de Estados Unidos.
Durante una campaña de limpieza en la capital de EE. UU., la gerente de sostenibilidad de Nueva York Marshall, aseguró que: “aunque hemos contratado a varios exterminadores, la naturaleza tiene mejores soluciones. Los gatos han logrado ahuyentar de mejor forma a las ratas”.
Además, el profesor también resalta el impacto emocional que dejaría una ausencia de estos animales. Millones de personas tienen estos animales de apoyo y, en algunos casos, como una importante compañía.